Las mejores torres defensivas de Galicia

Del desaparecido pazo dos Andrade, en Pontedeume (A Coruña), lo único que se conserva es su espectacular torreón del siglo XIV. El antiguo pazo fue demolido en 1935. 

El Torreón de los Andrade luce en su fachada un gran escudo del siglo XVI, que se encontraba originariamente en la del pazo. Es posible visitar su interior, que consta de tres plantas, donde se ubica el Centro de Interpretación de los Andrade y la oficina de turismo de Pontedeume.

La Torre da Candaira se erige en la parroquia de Santa Eulalia de Rebordaos, en O Saviñao (Lugo). La propiedad fue heredada  de padres a hijos, dentro del mismo linaje, a lo largo de su historia, y constituye uno de los edificios históricos mejor documentados de Galicia. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1985.

Del antiguo castillo de Monforte de Lemos (Lugo), solo se conserva su torre del homenaje, así como parte de las murallas que circundaban la colina en la que se erige: el monte de San Vicente. Cerca de él, se levanta una torre más pequeña que fue construida con posterioridad. La torre del homenaje alcanza los 30 metros de altura y su interior está distribuido en cuatro plantas.

En el municipio de Castroverde (Lugo), en torno al Camino Primitivo de Santiago, se encuentran estos restos de una antigua fortaleza del siglo XVI , constituidos por lo que queda de su muralla y la torre del homenaje, de 20 metros de altura.

La torre fortaleza Pardo de Cela, también llamada castillo de Castrodouro, en Alfoz (Lugo), fue declarada Bien de Interés Cultural en 1949. Edificada sobre un antiguo castro, y propiedad del Mariscal Pardo de Cela, pasó a ser propiedad del ayuntamiento de la localidad a finales del siglo XIX. Fue utilizada como casa consistorial y sede del juzgado y, en la actualidad, alberga algunas dependencias municipales, como salas de exposiciones y un punto de información turística.

La fortaleza de San Paio de Narla, en Friol (Lugo), alberga un interesante y recomendable museo etnográfico que puede visitarse, a la vez que se viaja en el tiempo, pasando las puertas de este edificio del siglo XIV. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1949.

Los restos de la antigua fortaleza de los Andrade ubicada en Vilalba (Lugo) son conocidos como la Torre dos Andrade, de la que solo se conserva su torre del homenaje. En el año 1994 fue declarada Bien de Interés Cultural y, desde 1960, el edificio forma parte del Parador de Vilalba.

En la hermosa villa medieval de Vilanova dos Infantes, en Celanova (Ourense), se alza esta torre del homenaje que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1949. Es lo único que se conserva del castillo de la localidad, que fue destruido durante las Revueltas Irmandiñas.

Las Torres de Oeste, en Catoira (Pontevedra), son las ruinas de una antigua fortaleza del siglo XII denominada Castellum Honesti, que fue levantada para defenderse de los ataques de los vikingos y demás invasores extranjeros. Declaradas Monumento Nacional en 1931, cada año se convierten en testigos de la animada Romería Vikinga, una de las fiestas históricas gallegas más famosas y emblemáticas.

A los pies del monte Xalo se encuentra la Torre de Celas o Vinseira, en Culleredo (A Coruña), del siglo XIV. En 1994, este edificio de 12 metros de altura y ocho por ocho metros de planta cuadrada fue catalogado como Bien de Interés Cultural.

En Xinzo de Limia (Ourense) se levanta la Torre da Pena, también conocida como Castelo de Portela de Pena o Castelo da Porteliña, la cual forma parte del antiguo conjunto de fortificaciones que protegían la frontera de la comarca. En lo alto de una colina, a 747 metros sobre el nivel del mar, es posible visitar su exterior.