Una clase de historia por el Mao

El puente medieval de Conceliñas, la necrópolis rupestre de San Vitor y la aldea de San Lourenzo, con asentamientos desde la edad de hierro, son los encantos de una ruta que también va por un canal de agua abandonado

Todo el mundo conoce los cañones del Sil. Los Balcones de Madrid, los paseos en catamarán, el monasterio de Santa Cristina... Pero muy cerca de todos estos espectaculares monumentos, existe un rincón oculto y libre de masificaciones turísticas. Es el cañón del río Mao. Ese torrente de agua que nace en la sierra de San Mamede y que desemboca en Baixacoba, en donde se une con el Sil. Este punto final, con unas pasarelas preciosas de 1,5 kilómetros, es famoso y reconocido turísticamente, pero lo que pocos conocen es el atractivo que tiene el Mao, río arriba.

Por ello, es recomendable acercarse hasta el pueblo de Forcas, en el concello de Parada de Sil. Allí arranca un sendero que desciende por la montaña, siguiendo los pasos de una ruta homologada por la Federación Gallega de Montañismo, que responde al nombre de la Ruta del Cañón del Mao (PR-G 177). La bajada lleva hasta el puente medieval de Conceliñas (se cree que por él pasaba la Vereda Maiore romana que enlazaba con la Vía XVIII).

El río Mao ha tenido siempre una gran importancia hidroeléctrica y la prueba son los dos canales existentes. El nuevo, que todavía lleva agua, y uno antiguo, vacío y abandonado, que es el que ahora actúa como improvisado sendero de la ruta. El trayecto por el interior del canal es impresionante porque además permite disfrutar del cañón y colarse en algunas de las cuevas que lo acompañan. Un trayecto que termina en la necrópolis rupestre de San Vitor, un enigmático lugar, con tumbas excavadas en las rocas, que empezó a ser estudiado en serio a partir del año 2010. Hablamos de un entorno rico por su historia, ya que en las proximidades se encontró la famosa espada de Forcas, perteneciente a la edad del bronce.

A 500 metros de la necrópolis se encuentra otro sitio muy especial, la aldea de San Lourenzo, en una privilegiada ubicación, a 600 metros de altitud, que se estima que propició asentamientos desde la edad de hierro, como mínimo.

Los amantes del senderismo pueden hacer la ruta circular de 16 kilómetros que lleva hasta la Fábrica de la Luz y las pasarelas.

Senderismo

La PR-G 177 es una de las rutas más espectaculares de Galicia y consta de unos 16 kilómetros de longitud.

En coche

La parte más turística es la de las pasarelas, justo en la desembocadura en el Sil.

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