Nueve monumentos de las Exposiciones Universales que todavía se conservan

SILVIA PATO

VIAJES

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Hoy repasamos algunas de las construcciones protagonistas de las Exposiciones Universales, entre 1878 y 1967, que todavía puedes visitar alrededor del mundo.

14 mar 2019 . Actualizado a las 20:14 h.

La Exposición Universal es la denominación con la que se conoce a las exposiciones que se celebraron a nivel internacional en diversos países del mundo desde la segunda mitad del siglo XIX. En estas ferias de gran tamaño se construían monumentos, edificios y pabellones que acogían los últimos avances de la época y diversos motivos culturales.

La mayoría de esas estructuras se desmontaban posteriormente, pero algunas de ellas se mantuvieron en pie y se han convertido en imprescindibles puntos de interés turístico allá donde se ubican. Hoy revisamos nueve monumentos de las Exposiciones Universales que todavía se conservan y puedes ir a conocer.

Estatua de la Libertad (Nueva York)

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Aunque la Estatua de la Libertad tal y como la conocemos no fue levantada para ninguna Exposición Universal, sus trozos de cuerpo sí que constituyeron unas de las atracciones principales en estos eventos internacionales. El brazo derecho que sostiene en alto la antorcha fue expuesto en la Exposición del Centenario de 1876, celebrado en Filadelfia, mientras que el busto fue mostrado por primera vez en la Exposición Universal de París en 1878. Las 200 partes de la estatua llegaron a la ciudad de Nueva York, sellando la amistad entre Estados Unidos y Francia, en el año 1885, y la Estatua de la Libertad se inauguró para ser visitada por el público en el año 1886.

Palacio Real de Exposiciones (Melbourne)

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En el estado de Victoria, en Australia, el Palacio Real de Exposiciones (Royal Exhibition Building,  9 Nicholson St, Carlton VIC 3053, Australia) fue construido para la Exposición Universal de Melbourne de 1880, y su tema central estaba dedicado al arte, las fabricaciones, la agricultura y los productos industriales de todas las naciones. Para diseñar la cúpula del palacio fue elegida como modelo la de la catedral de Florencia y el edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2004.

Torre Eiffel (París)

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Seguramente uno de los monumentos más famosos que tuvo su origen en uno de estos eventos internacionales es la Torre Eiffel de París (Francia). Fue construida para la Exposición Universal de 1889. La idea era levantar una torre de hierro de 300 metros de alto, para lo que se aceptó el proyecto del empresario Gustave Eiffel, los ingenieros Maurice Koechlin y Emile Nouguier y el arquitecto Stephen Sauvestre. La torre comenzó a elevarse con sus 18.000 piezas y gracias al trabajo de  unos 300 obreros. Tras 26 meses de intensa labor, se terminaron las obras el 31 de marzo de 1889. En la plataforma de la cima del monumento, se condecoró a Eiffel con la Legión de Honor.

Grand Palais (París)

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El Gran Palacio (Grand Palais des Beaux-Arts o Grand Palais des Champs-Elysées) fue levantado en la capital francesa con motivo de la Exposición Universal de 1900 en París. Con una de las vidrieras más grandes de Europa y más de 8000 toneladas de acero, el edificio fue catalogado Monumento Histórico en el año 2000. Este no fue el único edificio francés construido con motivo de esta exposición que todavía puedes visitar, ya que también se levantaron la estación de Orsay, actual Museo de Orsay, y el Petit Palais.

Palacio de Bellas Artes (San Francisco)

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Uno de los monumentos más emblemáticos de San Francisco, en los Estados Unidos, fue construido para la Exposición Universal de 1915. Se trata del Palacio de Bellas Artes (Palace of Fine Arts, 3601 Lyon St, San Francisco, CA 94123, EE. UU.), diseñado por el arquitecto Bernard Maybeck, evocando el clasicismo griego y romano, y con una laguna artificial ante él. La mayoría de los edificios y pabellones que se levantaron se desmantelaron al terminar la exposición, pero el éxito del palacio contribuyó a que se conservara. No obstante, como los materiales con los que se había construido eran algo endebles, fue reconstruido por completo hasta el mínimo detalle en la década de los sesenta del siglo XX. En la actualidad, el palacio acoge un local de restauración y un teatro.

Fuente Mágica de Montjuïc (Barcelona)

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En España tuvo lugar la Exposición Internacional de Barcelona en el año 1929 en la montaña de Montjuïc, y en ella participaron países como Alemania, Dinamarca, Francia, Hungría, Italia y Noruega, entre otros. De aquel evento se conserva la conocida como Fuente Mágica de Montjuïc, para lo que se necesitó el trabajo de miles de personas. Diseñada por Carles Buigas, la fuente ofrece un espectáculo de luz y agua, al que se le añadió sonido en la década de los ochenta del siglo XX. En la actualidad, la fuente constituye el centro del conjunto de cascadas y estanques que se extiende por el eje María Cristina, entre el Palau Nacional y la plaza de Espanya.

Atomium (Bruselas)

Atomium
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El mayor símbolo de la ciudad de Bruselas tiene su origen en una de estas exhibiciones internacionales. Hablamos del Atomium (Avenue de l'Atomium, 1020, Bruselas), construido para la Exposición Universal de 1958 en el barrio de Heizel. La estructura, diseñada por el ingeniero  André Waterkeyn asemeja nueve átomos, en representación de las nueve provincias de Bélgica. Tardó tres años en construirse e hicieron falta más de 15.000 trabajadores y, aunque en un principio, estaba planeado desmontarla al terminar la exposición, permaneció intacta para convertirse en uno de los puntos imprescindibles que debes conocer en este lugar.

Cada una de las esferas que conforman el Atomium se conecta con las demás por medio de túneles con escaleras mecánicas. En la esfera situada a más altura hay un restaurante y un mirador al que puedes subir en ascensor y contemplar las vistas de la ciudad.

Space Needle (Seattle)

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En la ciudad de Seattle, en el estado de Washington (Estados Unidos), se levantó el Space Needle con motivo de la Exposición Universal de 1962, como un símbolo futurista de la misma. Con proyecto de Edward E. Carlson, la estructura alcanza 184 metros de altura y un peso de 5850 toneladas. Posteriormente, John Graham y el resto de arquitectos modificaron el diseño inicial y remataron la parte superior con la forma de un platillo volante de 42 metros de diámetro. La torre se construyó solo en 400 días. En la actualidad, en su cima se encuentra un restaurante giratorio desde el que contemplar unas espectaculares vistas de la ciudad.

Biosphére (Montreal)

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Durante la Exposición Universal de 1967 en Montreal (Canadá) se construyó la Biosfera (Biosphére, 160, chemin Tour-de-l’Isle, Île Sainte-Hélène del Parque Jean Drapeau, Montréal, Québec, H3C 4G8, Canadá), la cual constituía el pabellón de los Estados Unidos. Fue diseñado por Richard Buckminster Fuller y, desde 1995, acoge el único museo norteamericano dedicado al medio ambiente.