Seis localidades portuguesas imprescindibles en Trás-os-Montes

A solo 30 kilómetros de Verín (Ourense), en la zona de Trás-os-Montes Occidental, se encuentra Chaves, con un hermoso casco histórico. No dejes de visitar su puente romana, la Torre de Menagem y el Museu Militar, las exposiciones arqueológicas y etnográficas del Museo de la Región Flaviense, el Forte de São Neutel y el Forte de São Francisco.

Una buena opción es descansar en las Termas de Chaves, hacer la Ruta Termal del Agua Verín-Chaves-Vidago y visitar las bodegas de la región. Y no dejes de catar el vinho dos mortos, que envejece bajo tierra durante un mínimo de doce meses.

También en Trás-os-Montes Occidental, a 120 kilómetros de Xinzo de Limia (Ourense), se localiza Vila Real. Junto a los ríos Corgo y Cabril, esta localidad portuguesa resulta una ubicación perfecta para acercarse a visitar el Parque Natural do Alvão.

En Vila Real destacan las iglesias de su casco histórico y su pasado medieval. Aunque si hay un lugar que no puedes perderte es el espectacular Palacio de Mateus, de estilo barroco portugués, a menos de cinco kilómetros del centro.

Son 37 los kilómetros que separan Vila Real de Mondim de Basto, otro de los pueblos imprescindibles en Trás-os-Montes. A 200 metros de altitud, en las inmediaciones del río Támega y muy cerca del Parque Natural do Alvão, el lugar es perfecto para organizar rutas de senderismo y excursiones.

Destaca la iglesia de Nossa Senhora da Graça, a casi 1.000 metros de altitud en el Monte Farinha, a 13 kilómetros del centro de Mondim de Basto. Está abierta todos los días del año y puedes llegar a ella por carretera o a través del antiguo sendero que, en la actualidad, todavía recorren los peregrinos y romeros que acuden al santuario.

En el Trás-os-Montes Oriental, una localidad ineludible es Braganza (Bragança), a una hora en automóvil desde A Gudiña (Ourense) o desde Puebla de Sanabria (Zamora). A 650 metros de altitud, su muralla, sus callejuelas medievales, su catedral y su castillo, con la Torre de la Princesa y la Torre del Homenaje, ensalzan el encanto de esta villa, capital del distrito del mismo nombre.

Además de recorrer la ciudadela y contemplar su patrimonio arquitectónico religioso y civil, entre el que se encuentra el ayuntamiento más antiguo del país, también es posible visitar el Museu do Abade de Baçal. De igual modo, hay que tener en cuenta que Braganza es un punto de partida perfecto para conocer el Parque Natural do Montesinho.

Seguimos en el Trás-os-Montes Oriental para detenernos en el siguiente pueblo imprescindible de esta zona norte portuguesa: Mirandela, a unos 60 kilómetros de Braganza. Ubicada a orillas del río Tua, guarda un puente románico medieval y un bello centro histórico alrededor del Palácio dos Távoras.

Mirandela también cuenta con espacios museísticos de interés como el Museu da Oliveira e do Azeite y el Museu Municipal Armindo Teixeira Lopes.

A 560 metros de altitud, en una ubicación privilegiada, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Zamora (Castilla y León), se alza Miranda do Douro. Esta antigua villa fortificada en lo alto del cañón del río Duero, resulta parada obligada.

Recorrer la ciudad vieja, en la que podrás contemplar fachadas del siglo XV y su catedral del siglo XVI, y visitar el Museo da Terra de Miranda, es uno de los planes que no puedes perderte. Es posible realizar excursiones por el increíble desfiladero y disfrutar de todas las posibilidades que ofrece el Parque Natural do Douro Internacional.