Curiosidades de la ciudad de Vigo que no conocías
Hoy repasamos algunas curiosidades de la Ciudad Olívica que, tal vez, no conocías, y que harán que camines por sus bellas calles mirándola con otros ojos.
Si en su momento nos encargamos de compartir contigo las anécdotas más interesantes de la ciudad de A Coruña, hoy ponemos la lupa sobre la más poblada de Galicia. Entre todos los datos que tal vez ignores de la conocida como Ciudad Olívica, en la provincia de Pontevedra, seleccionamos los más relevantes para que los tengas en cuenta.
Así pues, te presentamos algunas curiosidades de la ciudad de Vigo que seguramente no conocías y que harán que camines por sus bellas calles mirando a tu alrededor con otros ojos.
1 Lema de la ciudad
El escudo de Vigo cuenta con un lema que define a la ciudad como Fiel, Leal, Valerosa y Siempre Benéfica. La historia de tales nombramientos tiene su origen el 28 de marzo de 1809, cuando los vigueses expulsaron de su territorio a los soldados franceses, que habían ocupado el país. Fue la primera ciudad española en vencerles. La famosa fiesta de la Reconquista de Vigo conmemora el suceso. A raíz de aquella victoria, se le concedió el título de ciudad Fiel, Leal y Valerosa. Pero ¿de dónde proviene el lema de Siempre Benéfica? Pues que fueron los vigueses los que recibieron en el puerto y acogieron a los soldados heridos en la guerra de Cuba, más de siete mil militares que llegaron en 1898. Un año antes, había sido fundada la Cruz Roja de Vigo.
2 Árbol de la Oliva
La historia del árbol de la Oliva de Vigo se retrotrae a una época en la que en Galicia existía una consolidada tradición olivera. De hecho, en el lado norte de la Concatedral de Santa María de Vigo, la calle de la Oliva recuerda los árboles que aquí había y que le dieron nombre. Cuenta la leyenda que los templarios plantaron en este lugar el primero de los olivos de la ciudad. Sea como fuere los documentos dejan constancia de que había un gran olivo situado frente a la fachada del templo. Cuando se taló para rehabilitar la iglesia, el administrador de la Aduana Manuel Ángel Pereira cogió una de sus ramas y lo plantó en la finca de su casa, situada entre la Puerta del Sol y la calle Príncipe. De ese ejemplar saldría un esqueje que fue plantado a finales del siglo XIX en el Paseo de Alfonso, donde hoy podemos contemplar el mítico olivo centenario, junto a uno de los miradores más bonitos de la ciudad.
En 1932 se colocó una placa conmemorativa a su lado, la cual reza: Dentro de esta verja, ofrenda de los vigueses a su árbol simbólico, queda hoy depositada por ellos la promesa firme de su amor, de su lealtad y de su abnegación por la ciudad amada.
3 Mata-Hari en Vigo
Podríamos decir que la visitante con la historia más intrigante de las que llegó a Vigo en el pasado fue la bailarina exótica Mata-Hari. Esta famosa espía recaló en la ciudad hasta en cuatro ocasiones, y en ellas reservó habitación en el Hotel Continental, reserva que hizo con su nombre real: Margaretha Geertruida Zelle MacLeod. Sus estancias en la Ciudad Olívica se produjeron entre los meses de enero y diciembre de 1916, en un momento en el que el puerto de Vigo constituía uno de los enclaves fundamentales de las rutas continentales, siendo una de las escalas más frecuentes.
Mata-Hari no fue la única en instalarse en el Hotel Continental, situado frente a la Estación Marítima. En él se alojaban los personajes de más prestigio de aquel entonces, como la escritora Emilia Pardo Bazán, que se hospedó en 1912.
4 Verne en Vigo
Si Mata-Hari es el personaje femenino más sugerente de los que pisaron Vigo durante el siglo XX, Julio Verne es el más emblemático de los que aquí estuvieron en el siglo XIX. Con un monumento en su honor en la zona del puerto que recuerda su estancia en la ciudad, y el protagonismo que le concedió en su inolvidable novela Veinte mil leguas de viaje submarino, el escritor francés recorrió sus calles en dos ocasiones.
La primera de ellas fue en junio de 1878, cuando iba navegando hacia el Mediterráneo en su yate de 31 metros de eslora Saint Michel III y, aunque no tenía idea de pisar tierra gallega, hubo de refugiarse del temporal que le sorprendió en la ría de Vigo. La casualidad quiso que en aquel mismo momento, una fragata francesa hiciera lo propio. Verne estuvo cuatro días en la ciudad antes de seguir ruta hacia Lisboa.
La segunda visita tuvo lugar en mayo de 1884 y, de igual modo, fue el destino quien quiso que recalara aquí, después de que se estropeara una de las calderas de su velero. En esa ocasión permaneció en ella tres días, donde se cuenta que recibió ayuda técnica del vigués Antonio Sanjurjo Buendía.
5 Primera película sonora en Galicia
El Teatro Circo Tamberlick fue inaugurado en el año 1882 en Vigo, y constituyó el primer sitio de la ciudad donde se proyectó una pieza de cine mudo. También en este teatro, con un aforo de algo más de mil espectadores, pudo verse la primera proyección cinematográfica con sonido en Galicia, en el año 1930. Se trataba de El loco cantor (The Singing Fool).
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