Los jardines más bellos del planeta

Seguramente este sea uno de los jardines más famosos del mundo, además de los más bellos. Las alfombras de tulipanes que cubren Holanda cada primavera son motivo suficiente para disfrutar de un lugar como los jardines de Keukenhof, en Lisse.

Este rincón, con más de 7 millones de bulbos en flor, puede visitarse cada año entre marzo y mayo, cuando está abierto al público. No solo verás tulipanes, también se plantan narcisos, lirios, orquídeas, azucenas y otras flores de vivos colores e inconfundibles aromas que hacen de su paseo algo único.

Conocido como Las Pozas, el Jardín Escultórico de Edward James, construido en la década de los sesenta del siglo XX, se localiza en el municipio de Xilitla (México). En sus cuarenta hectáreas fueron levantadas numerosas estructuras entre cascadas, piscinas naturales y una vegetación selvática, ya que James había decidido crear en este lugar su propio Edén.

Así nació un jardín surrealista, de los más hermosos del mundo, con representaciones arquitectónicas de estilo egipcio, mesopotámico y gótico. Si deseas alojarte en este entorno puedes hacerlo en la casa donde el mecenas artístico vivió, ya que en la actualidad es la Posada del Castillo.

En el año 1904, la familia Butchart, que tenía una empresa cementera, decidió transformar las canteras vacías de la isla de Vancouver en unos jardines fabulosos. Aquel proyecto fue de tal envergadura y su resultado tan hermoso que acabó convirtiéndose en un destino turístico a nivel mundial. En 2004, los jardines Butchart fueron declarados Sitio Histórico Nacional de Canadá, y en él se celebran actividades para todo tipo de público.

En la provincia de Jiangsu, en China, se encuentra la localidad de Suzhou, cuyos jardines clásicos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, pues se han conservado tantos de los que fueron diseñados entre los siglos XI y XIX, que este lugar se ha convertido en un destino ineludible para paisajistas. Con los cuatro elementos que caracterizan su diseño: roca, agua, pabellones y plantas, vale la pena visitarlos todos en una ciudad que es conocida como la Venecia del Este.

Los jardines de la mansión de Powerscourt, en el condado de Wicklow, a 20 kilómetros al sur de Dublín, son unos de los más hermosos de Irlanda. Cuentan, entre otras secciones, con los jardines italianos, los jardines japoneses, el mayor cementerio de mascotas del país, el jardín culinario y la rosaleda. Sobre todo el conjunto destaca la famosa torre Pepper Pot, que fue decorada con algunos cañones de la Armada Invencible.

Tan extraño como único, el Jardín de la Especulación Cósmica (The Garden of Cosmic Speculation) resulta uno de los más hermosos del mundo. Situado en Escocia y obra del arquitecto paisajista e historiador Charles Jenks, su diseño se basó en las matemáticas y la ciencia.

A través de sus hectáreas encontramos arreglos naturales y esculturas que representan figuras geométricas y agujeros negros, entre otros. Solo se permite la visita a los turistas una vez al año, normalmente, durante abril o mayo, y por un limitado número de horas. Y es que la excepcionalidad de este lugar le confiere gran parte de su atractivo.

Diseñados por Henry Hoare II, estos jardines del siglo XVIII, en el condado de Wiltshire (Inglaterra) cuentan con hermosos rododendros, cascadas y especies arbóreas de todo el mundo, a orillas de un gran lago. Paseando por ellos podrás contemplar algunos elementos arquitectónicos como templetes neoclásicos, puentes y esculturas. Uno de los rincones de Stourhead está dedicado al pintor Turner, que plasmó en algunos de sus cuadros este lugar.

Los jardines del castillo de los Orsini, del siglo XVI, son conocidos como el Bosque Sagrado o el Parque de los Monstruos. Este emblemático lugar, cuya historia ha inspirado una novela y una ópera, se encuentra en Bomarzo (Italia) y está compuesto por arroyos, jardines y esculturas talladas en la roca, que hacen de él un espacio de fábula.

Mainau se encuentra en el lago de Constanza, en Alemania, y configura un paraíso para los amantes de los jardines y la naturaleza, por su vegetación, sus invernaderos y sus mariposarios. Tan emblemáticos son los jardines botánicos de Mainau que, popularmente, se la conoce como Isla de las Flores. En ella, tampoco debes dejar de visitar la praderas de tulipanes y el palacio barroco, en el que se celebran diversas exposiciones y actividades culturales a lo largo del año.

En el siglo XIX, por orden del rey Fernando II y su esposa Elise Hensler, Condesa de Edla, se construyó este chalet, inspirado en las casas alpinas, que se caracteriza por haber utilizado el corcho como uno de sus elementos decorativos, y se encuentra rodeado por unos increíbles jardines. Especies vegetales de todo el mundo fueron plantadas en este rincón botánico de la bella Sintra (Portugal), en el que vale la pena visitar sus invernaderos, el helechal, las caballerizas, el criadero avícola y la casa del jardinero.