Tres destinos al sur de Lisboa que no te puedes perder

BEGOÑA ÍÑIGUEZ

VIAJES EUROPA

RECORRER EL ALGARVE más oriental, disfrutar de un paseo entre España y Portugal, por el Guadiana, y descubrir la hermosa villa amurallada de Mértola, en el Alentejo, son tres planes perfectos para Semana Santa

05 abr 2019 . Actualizado a las 18:21 h.

Se acerca la Semana Santa, el buen tiempo y el momento de planificar la próxima escapada, para conocer nuevos destinos, desconectar y disfrutar huyendo de los puntos más turísticos de Portugal. Te proponemos coger el coche, y partir hacia la aventura para conocer tres destinos al sur de Lisboa que no te dejarán indiferente: el Algarve más oriental, eligiendo como cuartel general Vila Real de Santo António, junto a la desembocadura del Guadiana; con España en la otra orilla, un paseo en barco por el Guadiana navegable recorriendo sus pueblos raianos, de más solera, Alcoutim, en Portugal, y Sanlúcar de Guadiana, en la orilla española, y como tercera opción, descubrir la enigmática y bella Mértola, la villa árabe por excelencia de Portugal, creada por los fenicios, con reminiscencias romanas, ya en el Alentejo, y donde el tiempo parece haberse detenido entre sus murallas.

Vila Real de Santo António

En plena desembocadura del Guadiana se erige una de las villas menos conocidas por quienes visitan el Algarve, Vila Real de Santo António. «La pequeña Lisboa», como muchos le llaman, debe su trazado actual geométrico y perfectamente estructurado al Marquês de Pombal, artífice de la Baixa lisboeta, que se construyó a finales del siglo XVIII, después del terremoto de 1755. Al llegar a su centro histórico, lo primero que llama la atención es la similitud con la capital lusa, en sus plazas, diseños de las típicas calçadas, suelo geométrico configurado a mano por los calceteiros, y por sus casas, de estilo Pombalino, que bien parecen sacadas de la Rua da Prata o da Praça do Rossio, de Lisboa.

Aunque Vila Real es mucho más que su similitud con Lisboa. Atesora una ubicación raiana magnífica, rodeada de amplias playas de arena blanca, como Manta Rota o Praia Verde, y llena de simbolismo para los españoles, porque justo en la otra orilla se encuentra España, concretamente Ayamonte, lo que resulta muy interesante, porque se puede cruzar el puente internacional en coche y en cinco minutos comer unos pescaditos o una paella de coquinas en España, y por la noche cenar en Vila Real, en cualquiera de sus típicos restaurantes, un estupendo atún, preparado de diferentes maneras.

En Vila Real, nada mejor que alojarse en el hotel boutique Grand House Algarve, el primer cinco estrellas de la ciudad, recientemente reabierto, con una gestión cien por cien femenina. Construido en 1929, conserva su estilo art déco original. Guarda múltiples secretos de huéspedes famosos que en él se alojaron, en los años 30, 40 y 50 del siglo pasado, cuando la villa era destino de millonarios, exiliados, empresarios, comerciantes, espías y políticos de renombre que lo escogieron como refugio discreto, en plena época de guerras y entreguerras. El bar del hotel conserva sus muebles originales. Su carta de cócteles nos remonta a un pasado repleto de acuerdos confidenciales en su interior.

Por el Guadiana navegable

Desde Vila Real de Santo António hay diariamente en servicio varios cruceros de un día por el Guadiana hasta Alcoutim, con comida incluida. Lo más recomendable es viajar en coche hasta Alcoutim (del que le separan 40 km) desde Vila Real, haciendo una parada en Castro Marim, para visitar su fortaleza transfronteriza de defensa contra España, del siglo XIII, cuando la corona de Castilla y la de Portugal estaban enfrentadas y la Orden de Santiago comenzaba a despuntar. Alcoutim es un precioso pueblo blanco raiano a orillas del Guadiana frente al pueblo onubense de Sanlúcar de Guadiana, en la otra orilla, de estilo típicamente andaluz. Se puede cruzar a España por tres euros o contratar, en el mismo muelle, un paseo personalizado, por el río, el tiempo que se desee, la mejor opción, que incluya también cruzar a Sanlúcar, visitarlo y después volver a Alcoutim.

Cerramos la carta de sugerencias viajeras con Mértola, que destaca por su belleza natural y artística, por la cantidad de monumentos que alberga de diferentes épocas, desde la fenicia, la romana, la árabe, hasta la Edad Moderna, por su ubicación junto al Guadiana y por su silueta amurallada que impresiona nada más llegar tanto de día como de noche. De visita obligatoria son los restos de la alcazaba árabe, la casa romana, la basílica paleocristiana, la iglesia matriz, que era una antigua mezquita, y conserva su estructura primitiva, además de la ermita y necrópolis de São Sebastião, a las afueras.

Mértola es un buen destino para ir en familia. Para alojarse: Casa Amarela, dispone de apartamentos y habitaciones con las mejores vistas de Mértola. Y para comer: Casa de Pasto Tamuje, con una excelente sopa de cação (‘cazón’) y platos típicos del Alentejo.