
Regalar la quietud que se respira en lo alto del monte de Campolongo, en Negreira, fue el germen de una iniciativa popular que en el 2015 se materializó en una escalera con vistas únicas, también a las estrellas
05 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Construir una escalera hacia el cielo para divisar la tierra, el mar y las estrellas es una de las obras más simbólicas que pueden llevarse a cabo, sobre todo si detrás de este reto hay una iniciativa vecinal. Disfrutar de un lugar así es posible con una visita al Mirador do Cotro de Campolongo, a 509 metros de altitud en el municipio de Negreira, en el límite con los concellos de Outes y Mazaricos. A su cima se llega tras superar unas escaleras construidas sobre una estructura circular que eleva el punto de vista más de cinco metros.
El esfuerzo merece la pena, sobre todo si el tiempo acompaña, ya que con el cielo despejado la vista se extiende por una quincena de municipios, percibiéndose con nitidez la catedral de Santiago, la Cidade da Cultura, el estuario del Tambre y la ría de Muros-Noia. En un día claro, también son visibles espacios de especial magia y magnetismo como el pico Sacro y el monte Pindo, con la particularidad de que la orientación del mirador se hizo expresamente en línea con ambos puntos.
La proliferación de parques eólicos ha transformado de forma muy evidente esta espectacular panorámica, a la que se puede llegar desde una ruta senderista de 9,5 kilómetros que arranca por tierras barcalesas desde el alto de Cheda.

El Mirador do Cotro también merece una visita nocturna, ya que la contaminación lumínica en este punto es escasa, por lo que es posible disfrutar de las estrellas, aunque hay que tener muy en cuenta que para llegar es recomendable hacerlo a pie tras un recorrido de cerca de dos kilómetros por una pista que no está asfaltada. Una rosa de los cuatro vientos y su constante movimiento avisan de que, da igual la época del año y la hora en que se visite, nunca está de más acercarse con alguna prenda de abrigo.
El mirador está ubicado a cincuenta kilómetros de Santiago y a unos 45 minutos de trayecto en coche por la AG-56 y la AC-544. La distancia desde Noia es mucho más corta, con veinte minutos de viaje tomando la AC-550. Y una vez en Campolongo, el alto está convenientemente señalizado.
Detrás de tan particular estructura está el desinteresado trabajo de un grupo de vecinos de Negreira que contaron con el apoyo del Concello y del programa Agader. Sus impulsores pertenecen a la asociación 3 de Mayo y la idea surgió por su deseo de revalorizar el patrimonio natural de la zona, de la que sus vecinos siempre destacaron la sensación de relax y evasión que el lugar les transmite de generación en generación.
Los trabajos comenzaron en el 2010 y, cinco años más tarde, quedó formalmente inaugurado. La tarea no fue nada fácil, como evidencia la gran cantidad de piedra empleada para levantar el mirador y también para una estructura circular que construyeron en primer lugar y que nunca ha tenido uso, aunque esté registrada como un refugio, que sigue inacabado y sin techumbre. Esta es la única espina que le queda a los impulsores del proyecto, como reconoce José Freire, que invita a respirar la energía del lugar, aunque «queda moito por facer alí», dice.
Ubicación
Al mirador se accede desde una pista de 1,7 kilómetros sin asfaltar.
Panorámica
Puede verse la catedral de Santiago, el monte Pindo y el estuario del Tambre.