Cómo prepararse para un crucero de vuelta al mundo: consejos de expertos

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La Voz

VIAJES

14 jun 2024 . Actualizado a las 13:48 h.

Viajar en crucero es una de las mejores maneras de disfrutar de la temporada de vacaciones. Por este motivo, la mayoría de las personas suelen reservar una o dos semanas en verano o en otoño para disfrutar de un viaje que incluye en su itinerario algunos de los destinos más atractivos, normalmente ciudades destacadas por su historia y patrimonio, como Atenas, Roma, Venecia, Barcelona, Nueva York, etcétera.

Sin embargo, los cruceros de vuelta al mundo son una experiencia distinta, ya que se suelen prolongar durante meses y pasan por una gran cantidad de lugares diferentes en cada puerto. De hecho, hay personas que se adaptan perfectamente a las condiciones que ofrece un viaje de una o dos semanas pero que no disfrutan tanto de pasar meses lejos de casa, especialmente, si no se preparan correctamente.

Por este motivo, hemos hablado con los expertos de SoloCruceros para conocer, de primera mano, cómo hay que prepararse para un crucero de vuelta al mundo. Hemos condensado toda la información en varios puntos principales y te los vamos a explicar a continuación. Sigue leyendo, ya que estos consejos pueden ser de gran ayuda.

Los cruceros de vuelta al mundo duran más de tres meses

Lo primero que debes saber antes de reservar un crucero de vuelta al mundo es que debes disponer del tiempo libre necesario como para poder viajar durante tres o cuatro meses. «No todo el mundo dispone de tanto tiempo libre en sus vidas, pero, si te lo puedes permitir y quieres vivir una experiencia inolvidable recorriendo algunos de los lugares más bellos del mundo, sin lugar a dudas, te recomendamos apostar por este tipo de viajes», comentan los expertos de SoloCruceros.

Como hemos comentado antes, la mayoría de las personas que están familiarizadas con los cruceros suelen elegir viajes de entre ocho y doce días de duración, lo que suele coincidir con la temporada de vacaciones. Sin embargo, en los cruceros de vuelta al mundo, al viajar durante tanto tiempo, los días se pueden volver rutinarios para los pasajeros, lo que puede producir una sensación de desánimo o aburrimiento, especialmente si no se tienen en cuenta algunas cuestiones.

«Para disfrutar de este tipo de viajes es necesario hacer un cambio de mentalidad, ya que no es posible vivir durante cuatro meses con el mismo nivel de energía que vivimos un viaje en crucero de una o dos semanas, donde intentamos apurar al máximo cada momento», añaden los expertos. La clave está en relajarse y disfrutar de lo rutinario en un entorno extraordinario, por lo que un crucero de vuelta al mundo está más pensado para viajeros experimentados.

La socialización es distinta

Cuando disfrutamos de un crucero de un par de semanas, lo habitual es encontrarse con personas que se encuentran en la misma situación, es decir, que aprovechan sus vacaciones para hacer un viaje con amigos y familiares. Por lo tanto, es más fácil encontrar viajeros del mismo rango de edad y con inquietudes similares, por lo que socializar puede ser algo sencillo si perteneces a determinadas generaciones.

En cambio, en los cruceros de vuelta al mundo, quienes pueden permitirse viajar durante meses suelen ser jubilados o familias con alto poder adquisitivo. Por este motivo, este tipo de personas lo tienen más sencillo para socializar. Ahora bien, las personas más jóvenes que quieren viajar en este tipo de cruceros, lo pueden tener más complicado para socializar, simplemente, por falta de afinidad generacional.

Además, también es cierto que en los cruceros de varias semanas todo es nuevo y los encuentros sociales son más divertidos e intensos porque se trata de aprovechar al máximo el poco tiempo disponible. Sin embargo, al viajar durante meses en un crucero de vuelta al mundo, ves las mismas caras durante meses y puede surgir la necesidad de conocer gente nueva, por lo que es más fácil que haya roces entre los pasajeros. Por ello, hay que prepararse psicológicamente para relajarse y centrarse en disfrutar del viaje.

Ten en cuenta la diversidad climática

Por supuesto, cuando viajas en un crucero de vuelta al mundo, vas a pasar por distintas regiones del planeta con condiciones climáticas muy diferentes. Nada tiene que ver la temperatura ni la meteorología que encuentras en las islas griegas o en el norte de África con la que encontrarás al viajar por las costas de Inglaterra, Noruega, Australia o Nueva Zelanda.

Por este motivo, debes preparar muy bien el equipaje que vas a llevar en la maleta, llevando ropa de verano para las regiones más calurosas y ropa de abrigo para las regiones más frías que visites. Ahora bien, con ello, surge la necesidad de tener que cargar con una o dos maletas más grandes, lo cual tendrás que tenerlo en cuenta a la hora de facturar el equipaje en el avión, especialmente, si el puerto de partida se encuentra lejos de tu hogar.

Además, debes tener en cuenta que debes dejar espacio libre en las maletas para poder guardar toda la ropa y los enseres que compres durante tu viaje alrededor del mundo para no tener complicaciones en el momento de facturar las maletas en el viaje de vuelta.

Disfruta al máximo de cada parada

Los viajes de vuelta al mundo en crucero suelen incluir entre cuarenta y cincuenta paradas en distintos destinos en diferentes países del planeta, a diferencia de los de un par de semanas, que, como mucho, suelen contar con itinerarios de entre seis y ocho paradas.

Además, en una vuelta al mundo, podrás encontrarte con entre uno y cinco días de navegación a lo largo de los tres o cuatro meses de duración, y, en algunos destinos, las paradas pueden alargarse varios días.

Por ello, te recomendamos que disfrutes al máximo de los servicios del barco y que elijas compañías que organizan las actividades que te parezcan más interesantes para vivir la experiencia de una forma más inmersiva. Asimismo, también te aconsejamos aprovechar al máximo cada parada para disfrutar del patrimonio, del arte y de la cultura de cada uno de los destinos, ya que tendrás bastante tiempo para ello. Lleva la cámara de fotos y, cuando termine el crucero, tendrás todo un reportaje fotográfico para recordar lo inolvidable que ha sido el viaje.