Cuatro alternativas al Sella para descender en piragua sin agobios

C.F.F. | N.G.R. REDACCIÓN

VIAJES

Descenso de un río en canoa
Descenso de un río en canoa JUANJO ARROJO

Aún hay grandes ríos de Asturias por descubrir en canoa casi en solitario

21 ago 2019 . Actualizado a las 12:43 h.

El río Sella es el indiscutible rey de los descensos fluviales en Asturias, pero la comunidad cuenta con una amplia oferta para disfrutar de esta actividad sin que la masificación lo empañe. Para aprovechar al máximo el verano y gozar de increíbles vistas de los parajes que albergan estos tramos fluviales, sugerimos cinco ríos en los que se puede practicar este deporte sin agobios. Desde la frontera asturgalaica hasta cruzar la frontera con Cantabria, el largo y ancho de la comunidad encierra planes perfectos para los amantes de los rápidos.

Cruzar la frontera con Galicia

Los parajes y la fauna del Eo son dos motivos suficientes para disfrutar de su vista, y si es en una canoa mientras se disfruta del descenso fluvial, la experiencia es inmejorable. Desde el propio río se tiene una visión privilegiada que motiva el coger la canoa y lanzarse a sus aguas. El tramo que se recomienda en esta información comienza en San Tirso de Abres y finaliza en la ría de Abres, en la provincia de Lugo. Este recorrido tiene una duración de entre dos horas y media y tres horas para una distancia de siete kilómetros. La ruta es muy sencilla y se requiere de un mínimo de cuatro personas para formar grupos. Este intervalo alto del descenso flucial se puede realizar los martes y jueves de marzo a agosto y a partir desde el 15 de agosto hasta octubre, todos los días. Las fechas y horas de estos viajes dependen de la reserva según el calendario de navegación del Principado de Asturias.

Observar la inmensidad del Nalón

El Nalón es el río mayor de Asturias. El descenso puede realizarse desde San Román a Pravia, en nueve kilómetros. Gracias a que es una actividad que siempre se realiza bajo la supervisión de monitores, los más pequeños no tendrán ningún problema para disfrutarla al máximo. Además de ser una aventura divertida, es una actividad llena de deporte, ya que permite acercarse a la vida de un piragüísta desde el principio, con clases de remo, culturales y medioambientales para entender las características del entorno y fauna presente en el Bajo Nalón. Y para exprimir el trayecto en su totalidad, se garantizan grupos reducidos.

En esos nueve kilómetros en los que poder respirar el aire del paraíso sobre las aguas del que históricamente fue río minero. Hoy, estas son cristalinas y gracias a las labores de limpieza pueden abanderar rutas de ocio y turismo activo, desde su nacimiento en el Puerto de Tarna hasta su desembocadura en San Esteban de Pravia. Su gran caudal y la corriente continua ayuda a la canoa a descender gran parte del recorrido sin apenas tener que esforzarse, por lo que los niños no sentirán gran cansancio pero sí mucha diversión.

Durante tres horas y media, monitores especializados y profesionales guiarán el trayecto. Al ser una actividad contratada será imprescindible llevar las autorizaciones y los seguros exigidos por el Principado de Asturias, que serán facilitados por la empresa elegida. También proveerán de todo el equipamiento necesario, por lo que no habrá que preocuparse por buscar nada, ya que pondrán a su disposición tanto la canoa, como el remo, el chaleco salvadidas homologado y un bidón para guardar objetos personales. Pero no es todo, ya que incluso suelen proporcionar un picnic con bocadillo, fruta, chocolatina y botellín de agua. Por otra parte, pueden realizar el recorrido del tramo Las Caldas-Trubia con grupos pequeños con Naturaller Turismo Activo.

 Jugar con los rápidos del Cares

El mítico río Cares debe gran parte de su fama a la célebre ruta de senderismo que discurre a través de la espectacular Ruta del Cares, conocida también con el sobrenombre de «Garganta Divina». Este recorrido transcurre entre las localidades de Caín y Poncebos, y se trata de uno de los trayectos de este estilo más sorprendentes de toda Europa.

El río Cares cuenta con aguas cristalinas ideales tanto para el baño como para los descensos fluviales. El tramo Niseria-Panes comprende diez kilómetros de distancia, y es ideal para la práctica de esta actividad, ya que no requiere de experiencia debido a las corrientes que guían la canoa durante el descenso sin que su ocupante deba hacer casi esfuerzos. La duración estimada de este recorrido es de dos horas y media, y durante el mismo se pueden realizar todas las paradas que se consideren oportunas. Pese a que revista mayor dificultad que el Deva, este tramo no requiere de un guía para poder recorrerlo en piragua. Las salidas son continuas, entre las 11.00 horas y las 15.30 horas, y se aconseja llegar quince minutos antes para recoger el material.  

Cruzar la frontera con Cantabria

Tras el Sella, el Deva es el río con mayor número de descensos en canoa de toda Asturias. El tramo que se plantea tiene una distancia de 14 kilómetros, y se desarrolla entre Panes y Unquera. El Deva es el río más oriental de toda la comunidad, y su afluente más importante es el Cares. La unión de estos dos ríos es el punto de comienzo de este descenso fluvial, muy agradable para todos los públicos ya que su falta de dificultad y su corriente facilita la actividad. Por otra parte, si desea descansar, tomar fotografías o esperar al resto del grueso del grupo, puede parar en cualquier orilla. La duración de este trayecto es de entre tres y cuatro horas, por lo que se recomienda contar con tiempo suficiente para poder disfrutarla en toda su extensión. 

Las salidas son continuas entre las 11.00 horas (primera salida) y las 15.30 horas (última salida). A partir de las 18.00 horas no puede haber más canoas en el agua debido a la regulación. En caso de querer salir con monitor, la partida tiene lugar a las 11.00  y a las 15:00, y es necesario en este caso estar media hora antes de la hora para prepararse.

Del embalse a la ría en 14 kilómetros

Con nacimiento en la aldea de Busnullán, en Lugo, su cauce se dirige hacia Asturias entrando en la región de forma definitiva por Villarpedre. Un total de 159 kilómetros que desembocan formando la ría de Navia. El recorrido más habitual que se realiza en canoa es el que va desde el embalse de Arbón hasta Navia. Aproximadamente 14 kilómetros de diversión apta para todos los públicos, gracias a su tranquilidad y su corriente continua. Durante cuatro horas los participantes en esta aventura podrán disfrutar de los paisajes verdes de esta cuenca rodeada de bosque. 

Para realizar este descenso en canoa, se proveerá al interesado de todo lo necesario: un cursillo previo, chalecos salvavidas y un bidón hermético para guardar los objetos personales, así como la comida, que también puede ser proporcionada por las escuelas. Para que este viaje no cuente con ninguna sorpresa, es recomendable planificarlo antes. Entre los puntos que hay que tener en cuenta está la ropa, que se aconseja sea cómoda y se pueda mojar, así como el calzado, que se sugiere sea de goma. Proteger la piel del sol en el verano es una cuestión clave a la hora de organizar un kit básico. Estos pequeños gestos y pautas permiten despreocuparse una vez subidos a la canoa.