Xanas, magia y agua: descubre la leyenda que rodea a Cioyo

Carmen Fernández REDACCIÓN

VIAJES

Cascada del Cioyo en Castropol
Cascada del Cioyo en Castropol Turismo de Asturias

La cascada, ubicada en Castropol, es una de las más bonitas de Asturias

30 jul 2019 . Actualizado a las 11:36 h.

En el concejo de Castropol, dentro, muy dentro del bosque, tan escondido entre la frondosa vegetación autóctona que podría pasar desapercibido si no fuera por su belleza, se encuentra uno de los parajes más mágicos de Asturias. Se trata de la cascada de Cioyo, una maravilla natural de aguas cristalinas y pequeñas pozas enclavada en un valle. Este salto de agua acoge a numerosos visitantes que recorren una escabrosa ruta hasta llegar hasta ella atraídos por la leyenda que la rodea. 

La historia de la creación del lago situado a los pies de la cascada radica en el mito de una xana que habitaba en el boscoso lugar y que se quedó prendada de un mozo. Este bajaba cada día a dormir la siesta al lado del río, mientras dejaba que el fluir de sus aguas le arropasen. Una tarde, la mala fortuna quiso que una intensa tormenta acaeciera, llevándose al joven río abajo, haciendo que su vida peligrase al desembocar en la cascada. La xana, siempre atenta a su enamorado, utilizó su magia para que no se despeñase, creando una poza al final del salto para salvarle. 

Esta es la leyenda detrás de la laguna en la que los viajeros pueden disfrutar de un baño en los calurosos días de verano, tras finalizar la ruta, cuyo punto final es este. Pero antes de llegar a este mágico lugar, el visitante tendrá que hacer una ruta de apróximadamente una hora de duración. El sendero comienza a medio camino entre Penzól y Vilarin, justamente en las antiguas escuelas, donde es recomendable dejar el coche para iniciar el recorrido a pie. Tras recorrer 50 metros comienza el camino, ligeramente oculto entre la vegetación, con un desnivel de unos 160 metros. Se debe tener en cuenta que la ruta es corta, pero con algo de dificultad debido a la pendiente, aún así, una maroma guiará el recorrido y ayudará en los momentos más complicados.

Una vez allí, el recorrido habrá merecido la pena al vislumbrar el río Porcía jugando con las rocas y formando rápidos, los majestuosos robles y por supuesto, la protagonista indiscutible: la cascada de Cioyo de 30 metros de altura. Un remanso de paz y magia, en el que se dice que aún puede escucharse de fondo a aquella xana enamorada.