Los lugares abandonados más bonitos de Galicia
Recorremos la comunidad para asomarnos a algunos de los lugares abandonados más bonitos de Galicia y descubrir los ecos del pasado que todavía atesoran sus piedras.
Las tierras gallegas cuentan con numerosas aldeas, edificios y diversos rincones abandonados. Algunos de ellos reviven, otros son rehabilitados con fines turísticos y algunos más permanecen condenados al olvido. Sin embargo, en una tierra verde y húmeda en la que la naturaleza siempre recupera lo que es suyo es frecuente que esos entornos adquieran una belleza particular y única.
Recorremos la comunidad para asomarnos a algunos de los lugares abandonados más bonitos de Galicia, entre su patrimonio industrial y arquitectura civil, para descubrir los ecos del pasado que todavía atesoran sus piedras.
1 A Ventureira
La antigua central eléctrica del Eume es la protagonista de uno de los senderos más recomendables de las Fragas del Eume, el cual recorre las instalaciones y desciende por la montaña hacia el río junto a las antiguas canalizaciones, rodeadas por el bosque autóctono.
La central del Salto da Ventureira, en el ayuntamiento de A Capela, comenzó a funcionar en 1903, por lo que es uno de los tesoros de patrimonio insdustrial de la comarca eumesa, que estuvo en funcionamiento hasta 1959, cuando se inauguró la Central del Eume.
2 Sanatorio de Cesuras
Este es uno de los lugares abandonados más emblemáticos de Galicia y también es uno de los más famosos entre los que se encuentran en ese estado. El Sanatorio de Cesuras se encuentra ubicado en Oza-Cesuras, en medio de un bosque al que se ha dado en llamar el Parque del Sanatorio, y cuenta con la categoría de edificio singular.
Comenzó a construirse en 1927, en el lugar de O Paraxón, con un estilo arquitectónico modernista, para albergar a enfermos de tuberculosis. Sin embargo, cuatro años después se paralizaron las obras y la construcción quedó definitivamente abandonada con el estallido de la guerra civil española.
3 A Barca
A Barca constituye una aldea abandonada por un posible anegamiento que nunca llegó a producirse. Y es que cuando se construyó el embalse de Frieira, los vecinos tuvieron que abandonar el pueblo, pues se estimó que el nivel del río llegaría a inundarlo, aunque nunca sucedió. Sin embargo, las tierras anegadas del entorno provocó que aquel fuera el fin de su historia.
En la actualidad, la cesión de este hermoso entorno de 12 edificaciones independientesse anuncia en la página web del ayuntamiento de Cortegada (Ourense), pues este lo pone a disposición de inciativas públicas o privadas para proyectos emprendedores con fines turísticos.
4 Torre da Fortaleza
En la Lista Roja del Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra se encuentra la Torre da Fortaleza de Sarria (Lugo), del siglo XV. Conocida como el Castillo de Sarria o la Torre dos Batallóns, fue destruida durante la revuelta Irmandiña, aunque fue reconstruida tiempo después. Declarada Bien de Interés Cultural en 1994, quedó sumida en el abandono.
5 Arufe
La aldea abandonada de Arufe es una de las más visitadas por los turistas. Si tenemos en cuenta la magia que envuelve este lugar, que constituye uno de los rincones abandonados más bonitos de Galicia, tampoco debería extrañarnos. Sus viviendas de piedra, hórreos, fuentes y palomares, que se pierden entre la maleza, la convierten en un paraje único en la provincia de Pontevedra.
6 Casa da Peste
Esta es otra de esas edificaciones que atrae a los turistas. Ubicada en A Godela, en Cerdedo-Cotobade (Pontevedra), la Casa da Peste, construida en el siglo XVIII, es protagonista de varias historias en las que se confunde la leyenda y la realidad. Se dice que en ella se encerraba a los que tenían tal enfermedad, aunque es difícil encontrar testimonios de tal historia.
7 Pazo y torre de Guimarei
También en la Lista Roja del Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra fue incluido otro bello lugar cuyo esplendor languidece en el olvido: el pazo y torre de Guimarei, en A Estrada (Pontevedra). La torre fue declarada Bien de Interés Cultural, pero a pesar de ello el lugar desaparece en medio de la vegetación.
8 Casa Bailly
Desde la carretera nacional VI, es inevitable que la vista se vaya hacia la casa Bailly, en O Graxal (Cambre), una antigua mansión modernista, construida en 1926 para albergar un hotel. No obstante, esta vivienda coruñesa terminó sirviendo como residencia de verano, para ser convertida en cárcel después y, al final, en Escuela de Mandos del Movimiento.
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