Diez ideas para celebrar San Valentín en Verona

Dice la leyenda que el palacio gótico del siglo XIII situado en la via Capello nº23, y conocido como Il Cappello, pertenecía a los Capuleto, la familia de Julieta. En sus estancias se muestra una colección de grabados, con la historia de los amantes, así como muebles y vestidos utilizados en la película de Franco Zeffirelli. Aquí, podréis emular a Romeo, recitando bajo el balcón de su amada sus famosas frases; aunque, curiosamente, se añadió en 1928, con la finalidad de crear el escenario perfecto para la obra de Shakespeare.

La tradición hace que los enamorados dejen en las paredes de la casa sus mensajes de amor, ya sean declaraciones o deseos, o bien toquen el pecho de la estatua de bronce que representa a Julieta, ubicada en el patio, para que interceda a favor de su felicidad.

Un romántico ascenso a la Torre dei Lamberti os permitirá contemplar una de las vistas más características de Verona. Con sus 84 metros de altura, y erigida en la Via della Costa, dominando la Piazza delle Erbe, la Torre dei Lamberti cuenta con dos famosas campanas: Rengo y Marangona, que marcaban el ritmo de vida de la localidad.

Este es uno de los torreones más representativos de los pocos que se conservan, pues en la Verona medieval, las familias demostraban su poder a través de las torres que coronaban sus calles.

No dejéis de compartir un hermoso paseo por la plaza más famosa de Verona: la Piazza delle Erbe. En ella se celebra todos los días un concurrido mercado donde sorprender con cualquier detalle a vuestro acompañante.

También podréis contemplar la fachada barroca del Palazzo Maffei y la Torre dei Gardello, así como la Fontana dei Madonna Verona, su principal monumento y único resto que se conserva de cuando aquí se encontraba el antiguo foro romano.

Muchos son los que consideran este evento el más representativo del festival veronés que cada año se organiza para celebrar San Valentín. Durante el Kiss me for a minute, las parejas se reúnen en la Piazza dei Signori, también llamada Piazza Dante, para sellar su amor besándose durante un minuto. Así, es posible olvidarse del mundo, durante sesenta segundos cronometrados, en medio de la multitud.

Son numerosos los restaurantes que organizan las cenas más románticas con los menús más especiales durante el festival de San Valentín en Verona, aunque puede disfrutarse de su encanto y romanticismo durante todo el año, si tenemos en cuenta que la ciudad en ningún momento olvida que fue el escenario de la obra de Shakespeare. Degustar los manjares en buena compañía será todo un placer para vuestros sentidos.

El espectacular anfiteatro romano Arena ha resistido el paso del tiempo de tal forma que, con sus 152 metros de largo y sus 123 metros de ancho, es el tercero en importancia tras el Coliseo de Roma y el anfiteatro de Capua. Situado en la Piazza Bra, acercándonos a él, podremos contemplar su buen estado de conservación y viajar de la mano a la época de Augusto.

Si besarse durante un minuto en la Piazza dei Signori no os ha parecido lo suficientemente especial, la misma vuelve a ser el escenario de un momento mágico: Flying Hearts, una lluvia de corazones que cae sobre los enamorados que en ella se congregan.

Si en ese instante en que el cielo se tiñe de rojo, conseguís alguno de los corazones que tienen premio, además de disfrutar de la mejor compañía, regresaréis con algún regalo especial que Verona habrá preparado para este evento anual.

Hemos de reconocer que compartir una puesta de sol con la compañía adecuada es un momento inolvidable de por sí, pero si aún encima se hace desde la colina de San Pietro, el instante será simplemente perfecto.

Desde este lugar, donde se encuentra el Castel San Prieto, construido en 1398 sobre las ruinas de una fortaleza del siglo IX, disfrutaréis de una de las vistas más hermosas de Verona durante un atardecer que no olvidaréis en la vida.

Son numerosas las representaciones que llevan a escena la obra de Shakespeare, Romeo y Julieta, en los distintos escenarios de Verona. Tanto en sus versiones más clásicas, como en espectáculos de danza, siempre es posible disfrutar de la historia que el bardo inglés escribió hace siglos.

Los veroneses rumorean, sin embargo, que Shakespeare plagió la obra de un escritor local: Luigi da Porto. Así, la Historia novellamente ritrovata di due nobili amanti (1530) que escribió este habría caído en manos del inglés, que la transformó en uno de los dramas más representados del mundo.

La última visita de nuestra escapada romántica es a la tumba de Julieta, un sarcófago de mármol rojo y vacío que se encuentra en el interior del Monasterio de San Francesco al Corso, donde tuvo lugar el desenlace fatal de los amantes de Verona. Un broche de oro para la romántica escapada a esta preciosa villa italiana.