Cómo preparar el equipaje de mano

Resulta fundamental incluir en el equipaje de mano un pequeño neceser con los artículos básicos de higiene personal. Tenerlos siempre cerca será toda una ventaja y seguro que te quitarán de más de un apuro si te ves inmerso en algunos imprevistos; así que no te olvides de introducir el desodorante, toallitas húmedas, crema hidratante, desmaquillantes, etc.

Normalmente, los establecimientos hoteleros cuentan con artículos tales como los geles de ducha. No obstante, con envases y botes plásticos de pequeño tamaño puedes llevar lo que necesites sin renunciar a ninguno de tus productos básicos. Ten en cuenta además que, si hablamos de equipaje de mano, los envases de más de 100 mililitros no están admitidos por las compañías.

Si has seguido los consejos del neceser tendrás espacio suficiente para introducir una cajita o pequeño boquitín de primeros auxilios, con tiritas, paracetamol, ibuprofeno, pastillas para el mareo, etc.; ese tipo de cosas de las que nunca nos acordamos hasta que las necesitamos desesperadamente en el momento más insospechado. Introducir algún blíster no debería suponer un problema si estás organizando tu equipaje como si fuera un puzle.

Seleccionar la ropa idónea para nuestro destino y los planes que vayamos a hacer en él es fundamental, por lo que también será aconsejable que consultes la predicción meteorológica. Elige prendas que ocupen poco espacio y que sean combinables entre sí para diseñar un conjunto para cada día. Los básicos o el tan socorrido fondo de armario son ideales para comenzar a decidirse.

No dejes de aprovechar todos esos pequeños espacios que existen en la maleta. Las esquinas y huecos son perfectos para introducir calcetines o pequeñas prendas, e incluso puedes utilizar el interior de los zapatos para meter algunas de las cosas que necesites. Si tienes fundas de gafas vacías, son especialmente útiles para sacar partido a esos rincones y guardar en ellas pequeños objetos como cargadores de dispositivos electrónicos, cables, tarjetas de memoria o lo que se te ocurra.

Recuerda en tus anteriores viajes o escapadas qué es eso con lo que siempre cargas y nunca utilizas. Ocupar espacio con unos zapatos de tacón que no vas a calzarte, un rizador de pelo que no vas a usar o una voluminosa chaqueta que dudas si te vas a poner termina siendo un desperdicio; así que haz memoria y aprende de tu propia experiencia, para no volver a cometer los mismos errores.

Una vez has decidido todo lo que vas a llevar, es hora de seguir un orden adecuado para hacer el equipaje de mano y sacar el máximo partido, sin olvidar que has de controlar las medidas y el peso para poder llevarlo contigo. El calzado has de colocarlo al fondo de la maleta y, si quieres aprovechar mucho el espacio, puedes probar a enrollar las prendas de vestir, ya que ocupan mucho menos que introducirlas dobladas.

En el supuesto de que tengas que llevar ropa que abulte de forma notoria, es buena opción echar mano de las bolsas al vacío o de compresión. Estas poseen un dispositivo para envasarlas eliminando el aire de su interior, así que reducen el espacio del bulto al máximo.

Reserva el calzado más pesado, el abrigo, la cazadora o alguna prenda voluminosa para llevarlas puestas y ahorrar todo el espacio que te ocuparían en la maleta. Además, no olvides dejar siempre algún hueco en la misma por si vas a regresar con regalos u objetos de recuerdo, no vaya a ser que luego no puedas encajar todas las piezas de tu equipaje.