Los puentes más bonitos de Galicia

Entre la pontevedresa localidad de Tui y la portuguesa localidad de Valença do Minho, se alza el Puente Internacional de Tui. Fue construido entre 1879 y 1884 para unir las dos orillas del río Miño. Esta majestuosa obra decimonónica se proyectó con una triple función: ferroviaria, automovilística y peatonal. Por lo alto pasa la vía del tren, bajo él se extiende la carretera y por las pasarelas anexas pueden cruzar los peatones.

Una de las paradas obligadas en la ciudad de Ourense es su puente romano, también conocido como Ponte Vella o Puente Mayor. Fue reconstruido en el siglo XIII y, en la actualidad, mide 370 metros de largo, con 7 de los 11 arcos que lucía.

Sobre el río Miño se alza el hermoso puente romano de Lugo, de 104 metros de longitud y 4 metros de ancho. Aquí se iniciaba la antigua Vía XIX, del Itinerario Antonino, la cual comunicaba Lucus Augusti (Lugo) con Bracara Augusta (Braga). Esta construcción civil sufrió diversas modificaciones entre los siglos XII y XVIII, pero todavía continúa formando una de las más bellas estampas de la ciudad.

Sobre el río Tea, en el municipio de Mondariz (Pontevedra), se encuentra el puente de Cernadela. Aunque su origen es romano, el actual data del siglo XV y también sufrió diversas remodelaciones. Asimismo, se conservan restos de la antigua calzada que conducía hasta él.

En Pontedeume y A Capela, en la provincia de A Coruña, podríamos mencionar varios puentes de la época de los Andrade, cuyo nombre tan ligado está a esta zona de Galicia. No obstante, en ella nos quedamos con el puente sobre el río Sesín, a escasos metros del monasterio de Caaveiro, en plenas Fragas do Eume, ya que este es uno de los rincones más mágicos del parque natural.

Sobre el río Miñor, el puente de A Ramallosa conecta los ayuntamientos pontevedreses de Nigrán y Baiona. Se cree que fue construido en el siglo XIII, aunque fue objeto de restauraciones en épocas recientes. En él todavía se conserva un cruceiro con la imagen de San Telmo, quien dice la leyenda obró aquí alguno de sus milagros.

Sobre el río Labrada, en un paraje natural, se encuentra el Puente de Saa, un hermoso puente medieval que forma parte del Camino Norte de Santiago, en la etapa que se recorre desde Vilalba hasta Baamonde.

Visitar Monforte de Lemos siempre es un buen plan. Además de conocer su casco histórico descubriremos otro de los puentes más bonitos de la provincia de Lugo: el Puente Viejo (Ponte Vella), que cruza las aguas del río Cabe, en pleno centro de la ciudad.

En el ayuntamiento de Negreira (A Coruña), en la parroquia de Portor, a orillas del río Tambre, se localiza la aldea de Ponte Maceira, cuyo puente es uno de los más bonitos de la región. Su construcción data del siglo XIII y se erigió sobre un puente romano anterior.

El puente románico de Vilanova, en Allariz, llamado así por la iglesia que se sitúa a su lado, junto al río Arnoia, se encontraba defendido, en sus orígenes, por los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén. En este paraje, con paseos, jardines y áreas de juego, podrás pasar también una apacible tarde.

En el muninipio de Cotobade, el puente medieval del Almofrei es otro de los que no debes perderte. Esta construcción levantada sobre peñascos es del siglo XVI y, en sus inmediaciones, se encuentran varios molinos, conformando un hermoso conjunto en este entorno natural.

Aunque en sus orígenes fue un puente romano, la traza de esta construcción civil de siete arcos apuntados es medieval. El puente de Rábade (Lugo), sobre el río Miño, une los municipios de Rábade y Outeiro de Rei, a escasos metros del puente del ferrocarril. Además, se encuentra en un paraje ideal para el sosiego, el paseo y el descanso.