Descubre los seis parques naturales de Galicia

El Parque Natural Monte Aloia fue el primero que se declaró en Galicia, allá por el año 1978, aunque con sus 746 hectáreas es el más pequeño de los seis. Situado cerca de Tui (Pontevedra), en la Serra do Galiñeiro, este lugar, repleto de leyendas, donde se encuentran restos prehistóricos y romanos, cuenta con una serie de miradores desde donde contemplar espectaculares panorámicas.

La antigua casa del ingeniero de montes Rafael Areses, construida en 1921 y llamada Casa do Enxeñeiro Areses, acoge en la actualidad el centro de interpretación del parque. Desde este punto parten las rutas senderistas que recorren el entorno y conducen a los miradores, las áreas recreativas y los molinos de agua que se conservan. Más de diez kilómetros de recorrido que lo convierten en un paraíso para los amantes de la naturaleza.

En pleno Macizo Central de la provincia de Ourense se encuentran las casi 6.000 hectáreas de O Invernadeiro. Este lugar habitado por lobos, jabalíes, corzos, ciervos, martas y armiños, entre otros, y que fue declarado Parque Natural en 1997, cuenta con seis espectaculares rutas de senderismo señalizadas. Para poder recorrerlas tendremos que solicitar permisos administrativos, y también podremos informarnos en el Centro de Recepción del Parque, en Vilariño de Conso.

En el ayuntamiento de Rubiá, de la comarca de Valdeorras (Ourense), limitando con El Bierzo (León), se encuentra uno de los parques más misteriosos de Galicia: Serra da Enciña da Lastra. Las cumbres aquí son de roca caliza, no como los paisajes graníticos que tanto abundan en la comunidad gallega, y la flora se caracteriza por su vertiente mediterránea, con bosques de encinas, alcornoques, almendros, olivos, castaños, tomillo y más de veinticinco tipos de orquídeas silvestres. Tanto es así, que fue una encina la que dio nombre al declarado Parque Natural en el año 2002.

Además de ello, el parque está repleto de grutas, a las que se denomina «palas», como Pala de Xilberte, Pala de Trasmonte o Pala Cubelas, donde se pueden descubrir las mayores colonias de murciélagos de la zona. Podremos informarnos para la visita en Biobra, donde se encuentra el Centro de Visitantes.

Conocer el Parque Baixa Limia-Serra do Xurés en Ourense y cruzar la frontera que nos separa de Portugal, en la mítica Portela de Home, cuando se convierte en el Parque Nacional Peneda-Gerés, es una senda que todos los que adoran los bosques deberían recorrer, al menos, una vez en la vida.

Las maravillas de la naturaleza de este terreno de 30.000 hectáreas, en el que se produce una transición entre la flora atlántica y la mediterránea, se combinan aquí con los tesoros de la historia. Estas tierras están atravesadas por la que era una de las más importantes calzadas romanas: la Vía Nova, que conserva gran parte de sus miliarios. Y antes de adentrarnos en él, podemos conocer el fascinante yacimiento romano Aquis Querquennis, además de contemplar numerosas construcciones civiles como colmenas amuralladas, molinos, cabañas de pastores y aldeas como O Couto Mixto. La sede del parque se encuentra en Lobios donde podéis organizar las escapadas y planear pasar unos días en un lugar altamente recomendable, que cuenta con 130 kilómetros de rutas de senderismo completamente acondicionadas.

Entre las rías de Muros y Noia y la de Arousa, en el ayuntamiento de Ribeira, se encuentra el Parque Natural de Corrubedo, famoso por su asombrosa duna móvil, de más de un kilómetro de largo, entre 200 y 250 metros de ancho, y unos 20 metros de altura. Para visitarla, debemos respetar los caminos y pasarelas habilitados para ello. Podemos informarnos tanto en el Centro de Recepción de Visitantes en O Vilar, como en el Centro de Interpretación do Ecosistema Litoral de Galicia (CIELGA).

Pero aunque la duna sea la principal atracción, también forman parte del parque dos idílicas lagunas que vale la pena conocer: la laguna de Vixán, de agua dulce, y la laguna de Carregal, de agua salada. Más de 3.000 aves habitan sus aguas, donde también se extienden humedales y marismas, lo que las convierte en un destino perfecto para fotógrafos de naturaleza y ornitólogos, que disfrutarán con los observatorios de la zona.

El bosque atlántico de ribera mejor conservado de Europa tiene magia. Las Fragas do Eume se extienden a través de sus más de 9.000 hectáreas como un vergel en el que apenas viven 500 personas, entre los municipios de As Pontes de García Rodríguez, Pontedeume, Monfero, A Capela y Cabanas.

Helechos del Terciario, centenares de líquenes, chopos, fresnos, alisos, robles, castaños, acebos, madroños? Lo frondoso de este bosque, salpicado por todas partes de riachuelos y cascadas, y atravesado por el río Eume, cuyo cañón alcanza en algunos puntos los 300 metros de desnivel, lo convierten en un lugar en el que parece que, de un momento a otro, te tropezarás con duendes y elfos. En el corazón de las fragas, espectador silencioso, se encuentra el Monasterio de Caaveiro, y en otro municipio del parque, el Monasterio de Monfero. Para organizar la visita, podemos informarnos tanto en el Centro de Interpretación de Visitantes do Portal de Caaveiro como en el que existe en el Portal de Monfero. El Eume nunca decepciona a nadie.