Las catedrales de Galicia

La catedral más famosa de Galicia es un lugar de peregrinación cuyo camino fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1993. Ubicada en el centro de la provincia de A Coruña, la ciudad de Santiago de Compostela, donde se erige, ya había sido catalogada como tal en 1985. La catedral de Santiago guarda, según la tradición, el sepulcro del apóstol Santiago, y su edificación comenzó en 1075. Fue consagrada en el 1211, tras la construcción de la cripta y el Pórtico de la Gloria, obra del maestro Mateo.

Reformada y ampliada entre los siglos XVI y XVIII, sus fachadas, sus torres, sus capillas, sus museos y las plazas que la rodean, bien merecen una visita pausada y con tiempo suficiente para conocer una de las joyas del patrimonio gallego.

Declarada Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico, la catedral de Ourense se levantó entre los siglos XII y XIII, y constituye uno de los templos románicos más importantes del país. Al igual que el resto de estos edificios religiosos, sufrió todo tipo de reformas en los siglos posteriores, por lo que en ella hay también estilos como el gótico, el renacentista, el barroco y el neoclásico.

De la catedral de Ourense destacan la torre de las campanas, con sus 40 metros de altura; la torre del reloj; el Pórtico del Paraíso, una representación a pequeña escala del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela; el cimborrio gótico de 28 metros de altura; y el los tesoros de la catedral, una colección de arte sacro que se expone en su interior.

La sede episcopal de la diócesis de Lugo se encuentra en la catedral de Santa María de Lugo. La construcción del edificio actual se llevó a cabo entre los siglos XII y XIII, y destacan en él la hermosísima capilla del siglo XVIII de la Virgen de los Ojos Grandes, obra de Casas Novoa, el autor de la fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago; y la capilla de San Froilán, dedicada al patrón de la ciudad de Lugo, cuya festividad se celebra cada 5 de octubre.

Declarada Monumento Nacional en el año 1902, la catedral de Mondoñedo, en la provincia de Lugo, alberga en su interior el museo catedralicio y diocesano de Santos San Cristóbal. Para comprender su historia hay que remontarse al siglo IX, cuando se creó el monasterio de San Martín de Mondoñedo cerca de la costa, y debido a los ataques de los vikingos fue necesario trasladar su sede hacia el interior, alrededor del año 1112.

Lo más característico de este templo es la singular belleza del rosetón del siglo XIV que decora su fachada, con sus cinco metros de diámetro y vidrieras policromadas. La propia fachada fue remodelada en el siglo XVIII, cuando se le añadieron a la catedral las torres. Su escasa altura y perfección ha hecho que se la conozca como «la catedral arrodillada».

La catedral de Mondoñedo, junto con la concatedral de San Julián en Ferrol, es la sede episcopal de la diócesis Mondoñedo-Ferrol.

En el lugar que se levanta la catedral de Santa María de Tui, una colina en la que se encontraba un castro, existió durante los siglos V y VI una basílica paleocristiana. Fue en el siglo XII cuando se construyó el templo actual, en esta localidad a orillas del río Miño, en la provincia de Pontevedra, junto a la frontera con Portugal, aunque posteriormente fue objeto de diversas modificaciones.

Declarada Bien de Interés Cultural en 1931, la catedral de Tui es inconfundible por el carácter defensivo que la caracteriza y que la distingue del resto de las catedrales gallegas. En la actualidad, junto con la concatedral de Vigo, es la sede episcopal de la diócesis de Tui-Vigo.