Los volcanes más activos del mundo

El Sakurajima, al sur de Ky?sh?, en la prefectura de Kagoshima, en Japón, era en sus orígenes una isla independiente, pero a causa de una espectacular erupción, la cantidad de lava que expulsó se solidificó y se unió a la península.

Este volcán, con explosiones constantes, está compuesto por tres picos, el más alto de ellos de 1.117 metros de altitud. Se encuentra en actividad desde 1955. En el lugar se instaló el Observatorio del Volcán Sakurajima con el fin de monitorizar y pronosticar cualquier gran erupción, teniendo en cuenta que está en una zona densamente poblada, pues la cercana Kagoshima tiene más de medio millón de habitantes.

En la mitología hawaiana, en la que los volcanes son sagrados, se cuenta que el cráter del Kilauea era el cuerpo y el hogar de la diosa del fuego, Pelé. El nombre del más activo de los volcanes de Hawái, de 1.247 metros, significa «esparcir en grandes cantidades», una palabra bien representativa del humo, lava y fuego que expulsa.

Aquí se creó en 1912 el Observatorio Vulcanológico de Hawái, al borde de la caldera del Kilauea. Cuatro años después, se estableció el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, convirtiéndose en uno de los destinos turísticos más importantes de la isla.

En la coste este de Sicilia (Italia), se localiza el volcán más activo de Europa: el Etna. Con sus 3.332 metros de altitud, que ha sufrido variaciones a causa de sus erupciones, el Etna puede divisarse desde todos los rincones de la isla, y cada par de meses suele registrar alguna actividad. Subir a la cumbre para contemplar sus cráteres es uno de los atractivos turísticos de la zona, por lo que se puede ascender con alguna excursión organizada o ir de forma independiente hasta el funicular que deja a los viajeros en una cota de 2.500 metros.

En Guatemala se encuentra el volcán de Fuego, que ha sido protagonista de erupciones violentas a lo largo de la historia, además de uno de los más activos del país. Durante el mes de febrero de 2015, se contabilizaron en él de cuatro a seis explosiones a la hora, con unas columnas de ceniza que se elevaron 4.800 metros de altura y nubes incandescentes que se extendieron veinte kilómetros a la redonda. Ocho meses después, las explosiones dieron lugar a flujos de lava de tres kilómetros de largo. Los vulcanólogos lo estudian en la actualidad con drones para intentar pronosticar cuándo sucederá la próxima gran erupción.

En África, al noroeste de Etiopía, el volcán Erta Ale, cuyo nombre significa «montaña que humea», se considera en erupción desde 1967. Localizado en una zona desértica y de complicado acceso, no fue centro de atención por parte de los expertos hasta el último tercio del siglo XX. Cuenta con los lagos de lava más duraderos del planeta, y los habitantes de la zona jamás se acercan a él. Dicen que en el Erta Ale viven espíritus malignos que se desplazan a lomos de sus caballos.

Otro volcán al que los viajeros ascienden para asombrarse es el Piton de la Fournaise, con 2.632 metros de altitud. Situado en la isla Reunión, en el océano Índico, escupe con frecuencia humo, fuego y lava, siendo uno de los más activos del planeta. En 1979, se instaló en sus proximidades un observatorio vulcanológico para estudiarlo. El Piton de la Fourniase es visitado por numerosos turistas, ya que el acceso al volcán puede realizarse con facilidad por carretera.

El monte Yasur, en la isla de Tanna (Vanuatu), es uno de los volcanes más accesibles del mundo, aunque también de los que presenta frecuente actividad. Posee 361 metros de altitud, así que la mayoría puede subir a su cumbre para contemplarlo de cerca sin demasiados problemas. Las autoridades, para mayor seguridad, permiten las visitas al tiempo que indican el grado de peligro que existe, limitando la distancia a la que los turistas pueden acercarse al cráter.

Además del volcán de Fuego, Guatemala posee en su territorio otro muy visitado por los turistas: el volcán Santiaguito. Se encuentra a once kilómetros de la ciudad de Quetzaltenango y pocos son los que no sucumben al encanto de ir a contemplar sus explosiones y su agreste paisaje. Ademas, estar junto al volcán Santa María, lo convierte todavía en un lugar más especial. Las erupciones recientes de mayor importancia tuvieron lugar en el año 2016.

En el centro de isla de Bougainville, en Papúa Nueva Guinea, se eleva el Bagana, uno de los volcanes más jóvenes y en actividad de Melanesia. Fue descubierto en el año 1842 y ha estado en continua actividad desde 1972. Son muy frecuentes sus explosiones de ceniza, que se elevan hasta tres kilómetros.

Entre los noventa volcanes que se encuentran activos en Chile, donde hay más de 2.900, destaca el Villarrica, en los Andes del Sur, con un cráter de doscientos metros de diámetro y un lago de lava permanente en su cima. Esta montaña sagrada para los mapuches es visitada con frecuencia por los turistas, de modo que han proliferado las agencias de turismo de la zona que ofrecen rutas para acercarse a conocerlo.

En 1996, se fundó el Proyecto Observación Villarrica Internet (POVI), para la investigación científica del volcán, que es uno de los más activos de Sudamérica y que mayores riesgos entraña.