Las estatuas más impresionantes del planeta

Una de las primeras imágenes que acude a la mente de muchos cuando piensa en Brasil es esta: el Cristo Redentor, también conocido como Cristo de Corcovado. Situado en el Parque Nacional de la Tijuca, en lo alto del cerro de Corcovado, esta estatua de 30 metros de altura, que representa la imagen de Jesús de Nazaret, con los brazos abiertos observa desde su pedestal todo Río de Janeiro desde 1931. Se la ha reconocido como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno y se ha convertido en uno de los puntos de atracción turística más importantes del país.

El Buda Gigante o Buda Tian Tan se encuentra en la isla de Lantau, en Hong Kong (China), junto al monasterio de Po Lin. Esta enorme estatua de bronce de 34 metros y 250 toneladas, se levanta desde 1993 sobre un altar de varias plataformas, y está rodeada de otras pequeñas estatuas conocidas como La Ofrenda de los seis Devas, las cuales simbolizan virtudes tales como la caridad, la moralidad, la paciencia, el celo, la meditación y la sabiduría.

Las estatuas monolíticas que únicamente encontramos en la isla de Pascua (Rapa Nui), los moáis, han convertido a este lugar en un destino fascinante para los viajeros. Centenares de estas espectaculares esculturas, labradas en toba del cono volcánico Rano Raraku, se encuentran por toda la isla. Su origen y significado sigue siendo un misterio y da lugar cada cierto tiempo a la aparición de nuevas teorías.

Tallada en un acantilado en el sur de la provincia de Sichuan (China), se encuentra el Gran Buda de Leshan. Esta impresionante escultura de 71 metros está frente al monte Emei, y los ríos corren a sus pies, ya que se sitúa en la confluencia de tres: Min, Qingyi y Dadu. Toda la zona fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1996.

El Parque de las Esculturas, en Oslo, es uno de los más famosos de Noruega. También conocido como parque de Vigeland (Vigelandsparken), en reconocimiento de su autor, el escultor Gustav Vigeland. Este lugar se constituyó como una exposición permanente de sus más de doscientas obras en la primera mitad del siglo XX.

Las esculturas se encuentran distribuidas en diversas áreas y la más impresionante de todas ellas es el Monolito (Monolitten), compuesto por un bloque único de granito en el que se encuentran esculpidas 121 figuras humanas, cuyos cuerpos desnudos se entrelazan por todo el monumento.

En la localidad de Ushiku, prefactura de Ibaraki, en Japón, se encuentra la impresionante escultura de 100 metros conocida como Ushiku Daibutsu, construida en 1995, a la que hay que sumar los 20 metros de su pedestal. Por dentro es un edificio con cuatro plantas, con un museo, y un ascensor que eleva a los visitantes hasta el pecho del buda a 85 metros de altura.

Seguramente este sea uno de los conjuntos escultóricos más impresionantes y emblemáticos de Estados Unidos. Entre 1927 y 1941, se esculpió el Monumento Nacional Monte Rushmore (Mount Rushmore National Memorial), tallado en las rocas de una montaña de Dakota del Sur (Estados Unidos). Los autores de esta escultura, que representa a los presidentes estadounidenses George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln, fueron Gutzon Borglum y su hijo, Lincoln Borglum, además de los 400 trabajadores que colaboraron en su construcción.

En la ciudad de Kamakura, prefectura de Kanagawa, en Japón, se encuentra el templo budista de K?toku-in, conocido, sobre todo, por la estatua de bronce del Gran Buda, de 13,35 metros de alto y 93 toneladas de peso. También quedó impresionado por ella el escritor Rudyard Kipling, que incluso le dedicó uno de sus poemas: Buddha at Kamakura (1892).

Se la conoce como la Estatua de la Libertad, aunque fue bautizada como La libertad iluminando el mundo (Liberty Enlightening the World). Este emblema de la ciudad de Nueva York (Estados Unidos), obra del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, y cuya estructura interna diseñó Alexandre Gustave Eiffel, se levantó en la isla de la Libertad, en Manhattan, después de que los franceses se la regalaran a los estadounidenses allá por 1886, con motivo de la conmemoración del centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. En 1984, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Sobre la cima de la colina El Panecillo, en Quito (Ecuador) se eleva esta escultura de aluminio de la virgen de treinta metros de altura, más los once metros de su base. Se la conoce como la Virgen de Quito o Virgen de El Panecillo y se construyó durante los años setenta del siglo XX. Es obra de un español, Agustín de la Herrán Matorras, que la realizó con más de siete mil piezas de aluminio que se enviaron por barco a Ecuador, donde fue necesario ensamblarla. Aquello tuvo que ser un puzzle verdaderamente espectacular.

La espectacular estatua de 32 metros del Buda Maitreya, en el valle de Nubra, en Ladakh (India), posee un color tan impactante y una majestuosidad tal que se ha convertido en una de las más destacadas e impresionantes del mundo.