Las celebraciones de Semana Santa más extrañas del mundo
Os presentamos las celebraciones más inquietantes, curiosas e impactantes que nos encontramos en Semana Santa. Si queréis saber más, sorprenderos o añadirlas a vuestra lista de celebraciones a las que asistir, aquí tenéis las más extrañas del mundo
Resulta curioso cómo las celebraciones de Semana Santa más extrañas del mundo van de un extremo a otro: o bien son cruentas, o bien son alegres y festivas, alejadas del sufrimiento y la religión más solemne.
En este paseo por el mundo, recopilamos cada Semana Santa inquietante, curiosa o impactante que nos encontramos en lugares remotos y países vecinos, fruto de las costumbres y la tradición que cada uno de ellos atesora. Si quieres saber más, sorprenderte o añadirlas a tu lista de celebraciones a las que asistir, aquí tienes las más extrañas.
1 Los talcigüines de Texistepeque (El Salvador)
La ceremonia de los talcigüines de Texistepeque se celebra todos los años en la Semana Santa de El Salvador. Fue declarada Patrimonio Cultural del país en mayo de 2014, y representa las tentaciones que sufrió Jesucristo en el desierto, con anterioridad a ser apresado y crucificado.
Después de la misa del Lunes Santo, los talcigüines, diecinueve «hombres endemoniados», recorren las calles de la localidad vestidos de rojo, y bailando y haciendo piruetas, para dar latigazos a los vecinos y turistas. Cuando aparece Jesucristo acaban postrándose a sus pies.
2 La Kespiyariña de Bolivia
El Viernes Santo, en Bolivia, se celebra una costumbre andina: la Kespiyariña (madrugar) y la Luntataña (robar). Ya que esa noche Jesús está muerto y no verlas, las gentes aprovechan para realizar pequeños hurtos y pillerías. Roban animales al vecino y hurtan papas, sin que nadie les acuse ni interponga demandas.
3 El banquete de los siete potajes en Catacaos
En Perú, en la localidad de Catacaos, nos encontramos otra Semana Santa bien curiosa. El Jueves Santo se celebra una auténtica comilona: el banquete de los siete potajes. De primero, se sirve fruta, a la que siguen galletas con aceituna y queso; después vienen el ají de gallina, la sopa de ave, estofado, sopa de novios, copús con plátano frito, camote y carnes sazonadas; y como postre, un dulce de duraznos con almíbar. Un total de siete platos para recordar la Última Cena. Al día siguente, Viernes Santo, vuelve a celebrarse; pero esta vez a base de pescado. La mesa se llena con las frutas, las galletas, y luego el chupe con mariscos, la malarrabia y el durazno en almíbar.
4 La procesión submarina en Puerto Madryn
Seguramente en Argentina se celebra una de las procesiones más curiosas del mundo. Durante la Semana Santa, en Puerto Madryn tiene lugar un viacrucis submarino. Varios buzos profesionales portan una enorme cruz iluminada, de cuatro metros de largo, a ocho metros de profundidad, recordando bajo el océano los momentos vividos por Jesucristo hasta su crucifixión y su entierro.
5 La Explosión del Carro en Florencia
Los florentinos celebran en Semana Santa la Explosión del Carro (Scoppio del Carro). Cada Domingo de Resurrección, seis bueyes blancos tiran de un carro construido en 1679, cargado de fuegos artificiales, escoltado por un centenar de soldados y músicos, desde la iglesia de los Santísimos Apóstoles a la catedral. Desde el altar mayor hasta el carro, se extiende un cable por el que baja una paloma mecánica. Se trata de un coheteque enciende la mecha de los fuegos de artificio.
Hay varias leyendas sobre esta fiesta, que se ha convertido en toda una atracción para los turistas, con sus orígenes en la primera cruzada. Se cuenta que cuando un florentino trepó la muralla de Jerusalén, fue recompensado con tres piedras del Santo Sepulcro. Con ellas, ya en Florencia, encendió el Cirio Pascual del Sábado Santo.
6 Los Jinetes de Pascua de Lusacia
En esta población alemana, cada Domingo de Pascua, después de la misa, unos jinetes montados sobre caballos engalanados llevan la noticia de la Resurrección de Cristo a cada pueblo y ciudad de Lusacia. Dan la vuelta tres veces a la iglesia de la localidad y realizan un espectacular desfile, si tenemos en cuenta que llegan a reunir, en ocasiones, unas cuatrocientas monturas.
7 Los jarrones de la Pascua ortodoxa en Corfú
Durante la Pascua ortodoxa se vive en la isla de Corfú (Grecia) un auténtico estruendo. Los vecinos lanzan jarrones, llenos de agua o de vino, por las ventanas y balcones de sus casas a las once de la mañana, cuando las campanas repican anunciando la resurrección de Jesucristo. Se cree que, con este escándalo, se despierta a Perséfone, la diosa de la primavera, que regresa a la superficie después pasar el invierno en el Hades. Que decir tiene que es de esos espectáculos que hay que disfrutar a distancia.
8 Los disfraces en Suecia
Los suecos celebran una especie de Halloween en estas fechas. Los niños se disfrazan y van de casa en casa a la búsqueda de golosinas, como los famosos huevos de Pascua. Este tipo de tradiciones del norte de Europa, comparten la leyenda sobre las brujas, que acudían a una montaña de Alemania para divertirse con el diablo el jueves anterior a Semana Santa. Era el momento en el que los humanos aprovechaban para salir a las calles, realizar sus conjuros y encender sus fogatas para que no regresaran.
9 Las hogueras de Finlandia
Son varias las tradiciones que nos encontramos en Finlandia y otros países del norte de Europa durante la Semana Santa, como vestirse de brujas y cambiar caramelos por ramas de sauce, pero hay una bastante espectacular y que cuenta con cientos de años: las hogueras.
Cada Sábado Santo se encienden enormes hogueras para protegerse y espantar a las brujas, pues esa noche que media entre la muerte y resurrección de Cristo los espirítus malignos se pasean libremente.
10 Las crucifixiones en Filipinas
Dejamos para el final la que es, seguramente, la Semana Santa más cruenta del mundo. En la localidad filipina de San Pedro de Cutud son crucificados unos diez hombres cada Viernes Santo. No se trata de una representación ni de actores ni de imágenes, sino que se les clava de verdad a la cruz. Lo más sorprendente es que esta costumbre ni siquiera es un antiguo rito o tradición, pues su fecha es bien reciente. Comenzó a realizarse en 1992.
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