Villas europeas que parecen de cuento de hadas

En el estado de Baviera, en Alemania, se encuentra la hermosa villa de Rothenburg ob der Tauber, cuyo centro histórico es uno de los destinos turísticos más visitados de la zona. No es para menos con el aspecto de cuento que posee, con sus calles, edificios y plazuelas que la han llevado a aparecer en películas como Chitty Chitty Bang Bang.

Bled es un clásico. Situado en Eslovenia, cerca de la frontera con Austria, a orillas del lago del mismo nombre, se encuentra este pueblo cuyas panorámicas son todo un referente. El impresionante castillo y las fortificaciones e iglesias que se suceden por los bosques de alrededor en este entorno fabuloso configuran un gran foco de atracción turística, además de por su belleza, por sus actividades al aire libre y su ubicación en los Alpes Julianos.

En Holanda no podemos olvidar otro pueblo de cuento: Giethoorn. Con botes y canoas para recorrerlo, a través de sus canales, con más de 176 puentes, nos transporta a cualquier relato que podamos soñar en este entorno sin carreteras al que se conoce como la Venecia del Norte o la Venecia de los Países Bajos.

Al norte de Francia, en Alsacia, se localiza Colmar, un pueblo considerado la capital del vino alsaciano. Con un microclima que lo convierte en una de las zonas más secas del territorio francés, sus bellas casas y las montañas que lo rodean hacen de este lugar un destino de fábula. Curiosamente, también se le llama «la pequeña Venecia francesa».

En el estado de Baviera (Alemania) se ubica Oberammergaur, localidad famosa por las decoradas fachadas de sus casas, con espectaculares frescos. La tradición de sus gentes en el tallado de la madera ha contribuido también a su reconocimiento. En sus numerosos talleres se pueden comprar todo tipo de piezas, además de fabricarse en este lugar los tradicionales sombreros bávaros.

William Morris dijo en una ocasión que Bibury era la villa más hermosa de Inglaterra. Probablemente tuviera razón. Situado junto al río Coln, en el corazón de los Cotswolds,una región que se extiende al norte de Oxford, sus casas son de las más fotografiadas en esta parte del país y su imagen conforma una típica estampa de la campiña inglesa.

La belleza típica de Gengenbach, al sur de Alemania, en la Selva Negra, la han pintado artistas y plasmado numerosos fotográfos, además de haber inspirado a escritores y cineastas. Tan de cuento son sus calles que en ella se rodaron los exteriores de Charlie y la fábrica de chocolate, dirigida por Tim Burton, y basada en la famosa historia de Road Dahl.

Este es otro pueblo de postal clásico que se encuentra en Austria, y que podría servir para cualquier cuento. Hasta el siglo XIX solo se podía acceder a Hallstatt a través de sendas o en barca, lo que contribuyó a que mantuviera esa leyenda de apartado e inhóspito. Este Patrimonio de la Humanidad es considerado uno de los pueblos más bonitos del mundo.

Este pueblo de cuento está incluido en la Lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1996. Situado en la provincia de Bari (Apulia), en Italia, Alberobello es famoso por sus trullos, unas antiguas construcciones del siglo XIV, aunque sus orígenes se remontan a época prehistórica, que lo identifican como un destino inconfundible.

Eguisheim es una localidad francesa ubicada en la región de Alsacia, famosa además por sus vinos. El castillo de Bas d?Eguisheim, la plaza del mercado, las pintorescas casas y sus famosas torres, la convierten en un paraje ideal para recorrer, imaginando entre sus callejuelas miles de historias. Eguisheim está considerado merecidamente uno de los pueblos más bellos de Francia.