Diez villas del libro en Europa

En 1984, el pueblo de Redu, en la región de Valonia (Bélgica), se convirtió en la primera villa del libro del continente. Situado a un kilómetro de la Agencia Espacial Europea, por lo que se ha ganado el apelativo de Ciudad del Espacio, esta localidad de unos 400 habitantes cuenta con veinticuatro librerías, muchas de ellas de temáticas especializadas. Además, es posible conocer sus talleres de encuadernación, de fabricación de papel, diversas galerías y disfrutar de la buena comida en sus ocho restaurantes.

Son varias las villas del libro que podemos visitar en Francia, pero la más destacada de todas ellas se encuentra a menos de 20 kilómetros de Carcassone. Su nombre es Montolieu y comenzó su andadura como tal en 1989, cuando el encuardernador Michel Braibant creó la asociación Montolieu Village du Livre y el Museo de las Artes y los Oficios del Libro. Pronto, numerosos libreros y artesanos comenzaron a llegar al pueblo, en el que se puedes encontrar una quincena de librerías.

Desde los años noventa del siglo XX, la única villa del libro en Suiza es Saint-Pierre-de-Clages. Destaca además por la única iglesia románica del siglo XI del país, y cuenta con un casco antiguo de los siglos XVI y XVII, por lo que configura un destino turístico imprescible en la zona.Aquí la naturaleza forma un marco incomparable para compaginar las actividades al aire libre, los libros y el descanso.

Con una veintena de librerías, desde 1993, los Países Bajos también pueden presumir de contar con una villa: Bredevoort. Esta localidad fortificada también posee numerosas galerías de arte, por lo que el atractivo se incrementa para todo tipo de público.

Wünsdorf es la única villa del libro en Alemania. Desde 1998, concentra cuatro librerías de viejo, y se ve realzada también por la propia historia que atesora la localidad, con búnkeres y museos que recogen más de un siglo de historia militar. Puede que no sea la villa con el número más elevado de librerías de todas las que encontramos por Europa, pero no es nada desdeñable si tenemos en cuenta que entre las cuatro albergan más de 350.000 volúmenes.

Un pintoresco pueblo noruego de pescadores que se convirtió en villa del libro en el año 2003. Tvedestrand cuenta con librerías por toda la villa, desde el centro hasta los muelles, además de cafés literarios, tiendas de antigüedades, de objetos de segunda mano y numerosos centros en los que se realizan talleres y actividades cuyo motivo común son los libros.

En la maravillosa Toscana, en Italia, se encuentra la pequeña población de Montereggio, fundada en el siglo XVI, que organiza desde 1952 el certamente literario Stall. Con semejante tradición no es de extrañar que en 2004 fuera declarada Villa del Libro. Es posible recorrer sus históricos edificios, visitar sus librerías y descubrir la historia de los libros.

En España podemos disfrutar de una villa del libro maravillosa. Se trata de Urueña, en la provincia de Valladolid (Castilla y León). Fundada como tal en el 2007, esta villa medieval es una parada obligada para viajeros, bibliófilos y amantes de la música y la literatura, que quedarán fascinados al atravesar sus murallas de un lugar en el que merece la pena escapar del mundanal ruido.

Esta es una de esas villas del libro, clasificada como tal en el año 2015, que fascina tanto por sus librerías como por su emblemático hotel literario. Óbidos, en Portugal, es uno de esos destinos que no defrauda a nadie. A dos horas de Oporto y a una hora de Lisboa, esta ciudadela con su castillo, sus iglesias, sus museos y acueductos, también ofrece otros establecimientos relacionados con el resto de las artes, además de la literatura. Por si todo fuera poco, hay un lugar donde hospedarse que enloquecerá a todos los bibliófilos: el hotel The Literary Man.