Destinos vikingos imprescindibles

El Triángulo Vikingo de Irlanda es un destino que no defrauda a nadie. Este es el nombre que se la ha dado a la ruta que recorre las poblaciones de Waterford, Wexford y Kilkenny, a través de la cual se pueden ir visitando todos los restos históricos del pasado vikingo de esta región.

La otra parada obligada en tierras irlandesas es un pequeño pueblo de pescadores, Annagassan, en cuyas inmediaciones se encuentra la fortaleza de Linnduchaill, del siglo IX, una enorme construcción vikinga que ha convertido esta zona del país en un foco turístico fundamental desde que fue descubierta en el año 2010.

Pingvellir es es uno de los lugares fundamentales de la historia de Islandia. Aquí se fundó el Alþingi, en el año 930, uno de los parlamentos más antiguos de los que se tienen constancia en el mundo. En 1928, Pingvellir se convirtió en parque nacional, tanto por la historia que alberga como por la riqueza natural de la región, formando parte del famoso Círculo Dorado islandés. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2004.

En la isla de Man se han encontrado numerosos vestigios arqueológicos vikingos. Los cementerios, las cruces y las fortalezas constituyen aquí un entorno mágico que recorrer y que tiene su máximo exponente en el festival vikingo que, cada año, se celebra durante el mes de julio.

Si hay dos lugares emblemáticos por su historia vikinga y su buena conservación son Birka, en la isla de Björkö, y Hovgarden, en la isla de Adelsö, que se encuentran ubicadas en el lago Mälaren, en Suecia. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993, sus orígenes se remontan al siglo VIII, cuando Birka se fundó y convirtió en un importante centro de comercio y de producción; mientras que en la isla vecina se levantaba el palacio real.

Para aquellos fascinados por los vikingos y enamorados de sus embarcaciones, el Museo de los Barcos Vikingos en Oslo (Noruega) constituye un destino obligado. Los drakkars que se pueden contemplar en este lugar se desenterraron a principios del siglo XX, cuando fueron hallados, acompañados de los objetos con los que se sepultaba a la nobleza, en tres tumbas reales. La colección de barcos que expone es la mejor conservada del mundo.

En Dinamarca se localizan dos estelas rúnicas conocidas como piedras de Jelling, en la localidad del mismo nombre, un ejemplo de la transición que se produjo entre los cultos paganos y la religión cristiana. Desde 1994 son Patrimonio de la Humanidad, catalogación en la que también se incluyeron los montes del entorno, en los que descansan los restos del rey Gorm el Viejo de Dinamarca y su esposa Thyra Danebod. Para conocer adecuadamente el lugar, es recomendable visitar el museo Kongernes Jelling.

Las islas Lofoten conforman un archipiélago idílico de Noruega, en donde podrás conocer la vida de los vikingos a través del Museo Vikingo Lofotr, visitando la mayor casa vikinga comunal descubierta, situada en Borg.

Junto a Aalborg (Dinamarca), ciudad que fue fundada por los vikingos, se localiza el cementerio vikingo más importante de todo el país: Lindholm Hoje. Sus tumbas, ordenadas cronológicamente, suman un total de 682, así como también se encuentra más de un centenar de barcos de piedra. Puedes conocer más detalles de este lugar en el museo Høje Lindholm.