Las cascadas más espectaculares de Europa

Islandia atesora muchas cascadas hermosas. Una de ellas es la Seljalandsfoss, formada por el río Seljalandsá. Para visitar este salto de 60 metros de altura, debes ir a la zona sur de la isla, y es posible ascender hasta su punto más alto para contemplar la caída del agua, así como observarla desde detrás de ella.

El tercer salto de agua más alto de toda Suiza es Staubbachfall, cerca de Lauterbrunnen. La belleza de esta cascada estriba en que, en verano, los vientos provocan que el agua se pulverice, lo que da lugar al nombre por el que se la conoce: «riachuelo de agua pulverizada». Curiosamente, fue Staubbachfall quien inspiró al poeta Goethe su obra Canto de los espíritus sobre las aguas.

En Italia se encuentra una de las cascadas artificiales más espectaculares de Europa: la cascada de Marmore. Con 165 metros de altura, divididos en tres saltos, se localiza en Terni, en la región de Umbría. Las vistas más hermosas de la misma pueden contemplarse desde el pueblo de Torreorsina.

En el pueblo de Steine, en el municipio de Kvam, en Hordaland (Noruega), se localiza Steinsdalsfossen, una cascada de unos 46 metros de altura, que se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la región.

Con 423 metros, la cascada de Gavarnie, conocida como La Gran Cascada, es la más alta de Francia y la segunda más alta de Europa. Ubicada dentro del Parque Nacional de los Pirineos, su espectacularidad es mayor en invierno, cuando se congela y deja de fluir.

Latefossen o Latefoss es una cascada de 165 metros que se encuentra localizada en el municipio de Odda, en Hordaland (Noruega), a 400 kilómetros de Oslo. Sus dos caídas gemelas y la posibilidad de contemplarla desde la carretera que cruza a su lado la convierten en una de las más espectaculares del país.

Formando parte de la ruta turística Círculo Dorado, Gullfoss es una de las cataratas más famosas del país islandés. No es para menos, si tenemos en cuenta la espectacularidad de esta caída de agua en una falla por la que cruza el río Hvítá. Este es uno de esos lugares europeos que los turistas consideran imprescindibles.

Las cataratas del Rin constituyen el salto de agua más alto de Europa central, ubicado entre los municipios de Neuhausen am Rheinfall y Laufen-Uhwiesen, en el norte de Suiza. Es posible hacer una excursión en barco por el río para acercarse a contemplarla y subir a las plataformas de observación desde las que se pueden disfrutar de las vistas.

Otra de esas cascadas impresionantes de Islandia se ubica en el Parque Nacional Skaftafell. Se encuentra rodeada de columnas basálticas negras, lo que contribuye a su espectacularidad.

En Jajce, en Bosnia y Herzegovina, se encuentra Pliva, una cascada en pleno centro de la ciudad, que está considerada como una de las más hermosas del continente europeo, y que ronda los 26 metros de altura.

Con sus 380 metros, las cascadas o cataratas Krimml son las más altas de Austria. Están ubicadas en las cercanías del pueblo del mismo nombre, dentro del Parque Nacional Hohe Tauern, en Salzburgo. En la zona se encuentran varios miradores para poder contemplarlas.

La cascada más alta de Europa se encuentra en Alemania. Se trata de Röthbach y tiene una caída vertical de 470 metros. Situada en el Parque Nacional de Berchtesgaden, para visitarlas es posible tomar un barco a través del lago Konigssee hasta Salet y luego caminar hasta ella.

Y si no te parece lo suficientemente atractiva ninguna de ellas o falta tiempo para poder disfrutar de un viaje al extranjero, recuerda que en Galicia tenemos una cascada única en Europa: la cascada del río de Xallas, conocida como la fervenza do Ézaro. No pierdas la oportunidad de ir a conocerla.