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La capital catalana es el destino más internacional, pero dentro de Cataluña existen otras comunidades plagadas de historia y tradición en las que el viajero podrá disfrutar de manera especial

29 Jul 2021. Actualizado a las 13:08 h.

Cataluña está de repleta de lugares mágicos. Aunque el destino más visitado e internacional es la ciudad de Barcelona, la comunidad reúne múltiples atractivos en sus cuatro provincias. Aquí vamos a referirnos a dos enclaves imprescindibles: Girona y Tarragona. Son ciudades cargadas de historia y tradición, que figuran ya en lugar destacado en las rutas de viajeros.

Tanto Girona como Tarragona están perfectamente comunicadas y ofrecen múltiples opciones de alojamiento. Solo hay que echar un vistazo a la web de Ebooking. Hoteles, apartamentos, casas rurales, campings, albergues, pensiones… las posibilidades son múltiples y se adaptan a todos los gustos y bolsillos.

Girona

Esta tranquila ciudad catalana, situada a noreste, es una gran joya por descubrir. Su casco antiguo empedrado, su impresionante catedral, sus puentes y sus casas coloreadas sobre el río Onyar han convertido a Girona en un destino muy apetecible.

El barrio judío de Girona es uno de los mejor conservados de Europa. En un lugar repleto de callejuelas y plazas empedradas, en las que habitó una comunidad próspera hasta su expulsión, en 1492. En la actualidad, el barrio acoge restaurantes, tiendas e importantes instalaciones museísticas.

El barrio desemboca en la plaza de la Catedral, a la que se accede por una impresionante escalera de piedra de 90 peldaños. Todo el casco antiguo se engalana de flores en el mes de mayo; es el Temps de Flors, una fiesta espectacular que atrapa cada año a miles de visitantes.

A las casas del río Onyar se las conoce como la "Pequeña Florencia". Son edificios coloreados que recuerdan a la capital Toscana y que se han convertido en uno de los elementos más representativos de la ciudad. Otro atractivo del Onyar son sus puentes. El más famoso es el de las Peixateries Velles, un puente de hierro rojizo construido en 1877 por Gustave Eiffel.

Los baños árabes, la muralla, los palacios renacentistas y la famosa plaza porticada de la Independencia son otros lugares de Girona que vale la pena visitar.

                                                             

Tarragona, la imperial Tarraco

Esta cálida ciudad mediterránea, conocida como la Imperial Tarraco, posee un patrimonio arquitectónico impresionante y bien conservado. Fue una de las urbes más importantes del Imperio Romano y alberga grandes construcciones de la época, declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Estos tres grandes espacios son puntos ineludibles en las visitas guiadas a Tarragona. El anfiteatro, construido en el siglo II d.C. todavía conserva una parte de las gradas y pueden verse restos de estructuras por los que circulaban animales y gladiadores en época de torneos. Del circo, que se utilizaba para carreras de carros, se mantienen también algunas estructuras, entre ellas las gradas y 3 bóvedas, que desembocan en la conocida Torre del Pretorio. El Foro es hoy una de las plazas más populares de la ciudad y conserva un fragmento de pórtico romano.

La antigua muralla de Tarraco llegó a tener 3.500 m de longitud y fue reforzada en épocas posteriores para proteger a la ciudad de los ataques enemigos. A los pies de la muralla se extiende el llamado Paseo Arqueológico, que lleva hasta las torres del Arzobispo y de Minerva.

La Catedral, la Rambla Nova, el caso antiguo, la Plaça de la Font y el Serrallo, antiguo barrio de pescadores, son otras paradas obligadas en la visita a la Imperial Tarraco.

 

 

 

 


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